Los imperdibles de un país que está de moda

Rodeada por los Alpes Dináricos y los Balcanes, con una costa bañada por aguas turquesas, salpicada de pueblos pintorescos y ruinas arqueológicas milenarias, Albania es un destino completo. Además, con unos precios muy asequibles y una gastronomía deliciosa, no es de extrañar que cada vez más viajeros la incluyan en sus planes.

ALBANIA

1. Berat

Conocida como la "Ciudad de las Mil Ventanas", es uno de los lugares más hermosos y fotogénicos de Albania. Berat es considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y se distingue por su arquitectura otomana bien conservada con casas blancas entre colinas que parecen superponerse unas sobre otras, ofreciendo una vista única. Caminar por sus empedradas calles del casco histórico es como viajar al pasado; hay que dejarse llevar y perderse. El pasado de Berat se va descubriendo poco a poco y a través de sus tres barrios: Mangalem, Gorica y Kajala, de ahí que Berat sea conocida también como la "Ciudad de las tres caras". Los dos barrios bajos, Mangalem y Gorica, están divididos por el río Osum. El barrio que está al margen derecho del río es Gorica, que se convirtió en la zona cristiana de la ciudad, motivo por el cual hay varias iglesias. En el lado opuesto, el barrio Mangalem se sitúa en la ladera de una colina y alberga las típicas casas otomanas. Es el más grande y está repleto mezquitas y de callejuelas empedradas. Subiendo las empinadas calles se llega al tercer barrio: Kajala, el cual se sitúa dentro de una antigua fortaleza y ofrece vistas panorámicas excepcionales de Berat.

Además de su belleza histórica, Berat es un lugar perfecto para disfrutar de la auténtica hospitalidad albanesa. Los pequeños restaurantes familiares ofrecen platos tradicionales, mientras que en las bodegas cercanas se pueden probar vinos de la región. Las vistas al atardecer desde la ciudadela en Kalaja o las orillas del río Osum son inolvidables, y el ambiente de la ciudad la convierte en el destino perfecto para aquellos que buscan una experiencia cultural inmersiva en Albania. Sin duda, ¡Berat es una parada imprescindible! Si queréis saber más sobre esta interesante ciudad, os dejamos aquí nuestro artículo sobre la joya albanesa

3. Riviera Albanesa

Hemos de admitir que una parte importante de la preciosa costa albanesa se está rindiendo al modelo urbanístico y turístico masivo. Muchas playas están plagadas de sombrillas y tumbonas que llegan hasta la orilla y no permiten ni dar un paseo. Hay incontables chiringuitos y cada vez más hoteles que van estropeando el paisaje paulatinamente. Si viajáis con tiempo y vehículo propio, tendréis más probabilidades de encontrar pueblitos con encanto y pequeños paraísos solitarios en la costa.

La Riviera Albanesa es conocida por las playas salvajes que, aunque en menor cantidad, aún existen, y sus paisajes combinando un mar turquesa cristalino e imponentes montañas escarpadas. Entre los entornos naturales más hermosos se encuentra Ksamil, una calmada bahía salpicada por islitas accesibles en barcos pequeños, donde el agua transparente y la blanca arena ofrecen una experiencia digna del Adriático. Sin embargo, Ksamil tiene un aspecto negativo y es que es uno de los lugares que más ha sufrido la turistización en los últimos años. Pero, en su conjunto, las playas y el entorno natural merecen una visita, pese a la cantidad de personas que lo visitan, especialmente, en verano.

Otro lugar destacado es Dhermi, una playa rodeada de montañas y olivos, famosa por su agua sorprendentemente clara. A lo largo de la costa, el bonito pueblo pesquero de Himare combina historia y belleza, y es uno de nuestros lugares favoritos. Himare cuenta con playas de piedras pequeñas, un agradable paseo marítimo y una atmósfera muy tranquila, ideal para desconectar. Además, podréis disfrutar de una excelente gastronomía albanesa con importantes influencias griegas, tanto en el centro del pueblo como junto a la playa. Finalmente, la espectacular playa de Porto Palermo, con su castillo de piedra y su preciosa bahía protegida, ofrece una combinación única de paisajes increíbles y patrimonio cultural, además de tener uno de los mares de un azul más profundo. No muchos turistas llegan a Porto Palermo y, sin duda, es uno de los mejores destinos de la Riviera Albanesa.

2. Tirana

La vibrante capital de Albania, es un destino sorprendente que combina historia, cultura y un increíble ambiente juvenil. Sus calles están llenas de vida, con cientos de cafés al aire libre, arte urbano y arquitectura que refleja su compleja (y truculenta) historia, desde el legado otomano hasta los edificios brutalistas del periodo comunista. La Plaza Skanderbeg, en el corazón de la ciudad, es un excelente punto de partida para explorar monumentos como la Mezquita de Et'hem Bey o el Museo Nacional de Historia. Además, el Bunk’Art, un museo ubicado en un antiguo búnker subterráneo, ofrece una visión única sobre el pasado comunista del país.

Tirana también es conocida por su animada vida nocturna y su amplia oferta gastronómica. El distrito de Blloku, que alguna vez fue exclusiva para los líderes comunistas, ahora es el epicentro del ocio de la ciudad, con decenas de bares de moda, restaurantes y galerías de arte. Un plan muy diferente es subir al Monte Dajti en teleférico, para contemplar las magníficas vistas de la capital y recorrer alguno de los senderos que hay en la zona. Tenéis disponible toda la información necesaria para visitar la capital en este artículo.

4. Alpes Dináricos: de Valbona a Theth

Los Alpes Dináricos de Albania son famosos por su imponente belleza natural, son el destino perfecto para los amantes de la naturaleza y el senderismo. Entre los tesoros de esta región destacan los valles de Valbona y Theth, dos de los lugares más hermosos y auténticos del país. El Valle de Valbona ofrece unas vistas espectaculares de las montañas, con picos escarpados y nieve incluso en verano, preciosos bosques densos y ríos gélidos, pero cristalinos. Es un lugar ideal para quienes buscan tranquilidad y contacto directo con la naturaleza, hacer alguna ruta de senderismo a través de los valles o contemplar el impresionante paisaje desde algún mirador.

Por otro lado, Theth es un pintoresco pueblo de montaña rodeado por majestuosas montañas, potentes cascadas y prados alpinos. La caminata entre Valbona y Theth es una de las más populares y maravillosas de Albania; ofrece unas vistas inigualables de los Alpes Dináricos y, sin duda, es una de las experiencias que con más cariño recordamos de nuestro viaje. En Theth se pueden visitar la icónica Cascada de Grunas y la Torre Kulla, una antigua torre de defensa que añade una experiencia cultural a la estancia. Os dejamos este artículo con toda la información y las mejores recomendaciones para visitar esta preciosa zona del país.

6. Gjirokaster

Es una de las joyas de Albania, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y está situada en los pies de las espléndidas montañas que rodean al valle del río Drin. Es famosa por su increíblemente bien conservado casco histórico, las pintorescas casas-torre y el enorme castillo que se alza sobre la ciudad. Desgraciadamente, no quedan muchas ciudades históricas en Albania (Berat, Krujë y Gjirokaster son las únicas), y esta última logró conservarse por ser el lugar de nacimiento del dictador Enver Hoxha.

Sin duda, el punto fuerte de Gjirokaster es su colorido bazar en las calles adoquinadas en el casco antiguo. Hoy en día, las tiendas están dedicadas al turismo con alguna artesanía y muchísimos suvenires.  En el bazar hay una gran cantidad de cafés y restaurantes, aunque para probar platos albaneses auténticos es conveniente alejarse un poco. Al final de la calle principal se encuentra la mezquita con su característico minarete, y debajo de ella, hay un pequeño pasaje con un par de cafés y varios puestos.

Otro de los atractivos de la ciudad son sus históricas casas-torre, construcciones de origen otomano que en Albania solamente perduran en Gjirokaster. Hay varias casas-torre a las que se puede acceder: una de las más recomendables es la Casa Skenduli. Por último, imponente sobre la ciudad se alza el Castillo de Gjirokaster. La visita al interior es imprescindible porque además de sus bastos muros de piedra y sus vistas impresionantes del valle, se trata de un lugar con mucha historia. Parte del castillo fue una prisión construida en 1929 y que durante muchos años fue utilizada por Enver Hoxha; entre 1944 y 1970 se cometieron cientos de asesinatos de anticomunistas. Para poder profundizar un poco más os dejamos por aquí nuestro artículo de Gjirokaster.

5. Shkodër y el Lago Komani

Shkoder es la puerta de entrada a los Alpes Albaneses y es conocida como la ciudad más católica de Albania. Los lugares de mayor interés son la Mezquita Ebu Beker, la discreta Catedral de San Esteban, el Puente Otomano y el Castillo de Zafra. Sin embargo, el mejor plan en Shkoder es pasear por el centro histórico, con sus calles peatonales adoquinadas, edificios señoriales y antiguas casas venecianas con preciosos ventanales de madera. Llama la atención el uso de las bicicletas por la ciudad y la cantidad de bares y cafés con terrazas al aire libre que se llenan por la tarde.

Shkoder es el mejor lugar desde donde organizar la visita a los Alpes Albaneses. Nosotros dejamos las mochilas grandes en el alojamiento y, desde allí, nos acercaron a la región de montañas en un pequeño bus junto con otros viajeros. Si no tenéis coche, el plan ideal es llegar al Valle de Valbona surcando el Lago Koman en barco a través de montañas escarpadas y un paisaje majestuoso que se asemeja a un fiordo del norte de Europa. Koman es uno de los tesoros naturales escondidos de Albania, aunque en realidad se trata de un embalse para generar energía hidroeléctrica construido bajo orden del dictador Enver Hoxha. Después de atravesar el lago, un minibús nos acercó hasta Valbona donde íbamos a pasar la noche.

*Es posible hacer el trayecto en transporte público o en coche propio. Sin embargo, contratar transporte es la mejor forma para hacerlo circular (ir primero a Theth y volver desde Valbona o viceversa). Os recomendamos pedir toda la información en vuestro alojamiento de Shkodër, donde os ayudarán con gusto.

7. Krujë

Su casco antiguo se reduce prácticamente al antiguo bazar otomano y el castillo con el Museo del Héroe Skanderberg, ambos sitios muy pintorescos, pero demasiado turísticos. A pesar de ello, Krujë es uno de los lugares más bonitos y fotogénicos de Albania al que merece la pena dedicarle un par de horas. Se encuentra a menos de una hora en autobús de Tirana, a medio camino de los Alpes Albaneses.

8. Ruinas de Butrinto

Es el lugar arqueológico más importante del país, ubicado en un paraje natural maravilloso junto al mar Adriático, solamente a 9 kilómetros de Ksamil y cerca de la frontera con Grecia. Actualmente, la zona es un Parque Nacional debido a su rica biodiversidad y las ruinas fueron nombradas Patrimonio de la Humanidad en el año 1992.

Butrinto se construyó como un santuario dedicado a Asclepio (Esculapio para los romanos), el Dios de la Medicina. De hecho, el símbolo de la medicina y la farmacia de un bastón rodeado por una serpiente es el bastón de Esculapio, el cual tenía poderes curativos. Siguiendo con la historia, en el siglo VII a. C., Butrinto era un punto estratégico muy importante para controlar el tráfico marítimo entre la isla de Corfú y la costa albanesa. Un par de siglos más tarde, los romanos conquistaron la ciudad y pasó a formar parte de la próspera provincia romana de Macedonia. Bastante tiempo después, los bizantinos llegaron a Butrinto y la ciudad llegó a ser una residencia episcopal. Después cayó en menos de los Otomanos, al igual que el resto del país, hasta que llego la época comunista y la actualidad.

Más allá de estos 8 lugares, Albania tiene un sinfín de pueblos preciosos y paisajes espectaculares que se pueden visitar. Pronto os contaremos todo lo que pudimos descubrir en nuestro itinerario por Shqiperia.