Todo sobre Djerba, la isla de Las Mil y Una Noches en Túnez
Situada en el golfo de Gabés, al sureste del país, Djerba es una isla que parece sacada de un cuento de Las Mil y Una Noches. Sus playas doradas, su legado histórico y su vibrante cultura la convierten en un destino único que combina la tranquilidad de un paraíso costero con la riqueza de un pasado milenario. Djerba es una joya oculta que debéis descubrir si visitáis Túnez.
TÚNEZ


Una historia apasionante
Djerba es la isla más grande del norte de África y ha sido un cruce de caminos durante siglos. Fenicios, cartagineses, romanos, árabes y otomanos dejaron su huella en este pedazo de tierra rodeado por el Mediterráneo. Homero la mencionó en la Odisea como la mítica isla de los lotófagos, donde los marineros de Ulises quedaron atrapados por el dulce néctar del loto. Ya veis que su pasado trae cola...
Durante la Edad Media, la isla fue un refugio de corsarios y comerciantes. En aquella época los piratas convirtieron la isla en una base desde la cual atacaban embarcaciones europeas. Más tarde, los otomanos consolidaron su presencia, dejando como legado fortalezas como el Borj El Kebir. Hoy en día, sigue conservando su identidad única, con una mezcla fascinante de cultura bereber, árabe y judía, muy peculiar e inesperada, hasta el punto de sentir que estáis en otro país. Sus calles encaladas, zocos vibrantes y playas de aguas cristalinas la convierten en un destino imperdible para cualquier viajero en busca de historia, cultura y paisajes idílicos.
Erriadh y la calle de los grafitis
En el pueblo de Erriadh se encuentra Djerbahood, un museo de arte urbano al aire libre donde más de 150 artistas han dejado su huella en las paredes de la ciudad, creando un contraste fascinante entre tradición y modernidad. Pasear por sus calles es descubrir una Djerba diferente y llena de color.
Guellala, el pueblo de los alfareros
Si os interesa la cerámica, no podéis dejar de visitar Guellala. Aquí, los artesanos han mantenido vivas sus técnicas durante generaciones. También podéis visitar el Museo de Guellala, que ofrece una visión de la vida y costumbres de la isla, incluyendo sus rituales y tradiciones bereberes.
Playas paradisíacas y deportes acuáticos
Las playas de Djerba son uno de sus mayores atractivos. Las más famosas son Sidi Mahrez y Seguia, aunque las que más disfrutamos son las de Yeti 1 y 2, con arenas doradas y aguas turquesas perfectas para relajarse en plena soledad. Un lugar donde el tiempo se para y las pulsaciones bajan automáticamente. También se pueden practicar deportes acuáticos en las inmediaciones como el kitesurf, el esnórquel o paseos en camello y caballo al atardecer.
Isla de los Flamencos
Para una excursión inolvidable, también podéis tomar un barco hasta la Isla de los Flamencos, donde podréis ver estas aves en su hábitat natural y disfrutar de una comida de pescado fresco en la playa. El paseo en barco desde Houmt Souk suele ser una experiencia en sí misma, con música y entretenimiento a bordo, aunque nosotros preferimos relajarnos en las playas.
Consejos para viajar a Djerba
Cómo llegar
Si vais en coche, como hicimos nosotros, podéis llegar a Djerba a través del ferry que cruza desde el continente en el puerto de Ajim, o acceder directamente en coche desde la antigua calzada romana de Djerba-Zarzis entrando por el pueblo de El Kantara, que es por lo que nos acabamos decantando nosotros. El del ferry también es un trayecto corto y económico que le puede dar un toque especial a la llegada. Para poder planificar de la mejor manera vuestra visita, os dejamos por aquí nuestro itinerario por Túnez.
Para quienes prefieren volar, el Aeropuerto Internacional de Djerba-Zarzis recibe vuelos desde varias ciudades europeas y tunecinas, con conexiones frecuentes desde Túnez capital, aunque evidentemente el coste es superior. Si estáis conociendo la costa tunecina pasando por ciudades como Hammamet o Susa, os recomendamos conducir hasta la isla.
Transporte
Una vez en la isla, lo mejor es alquilar un coche para explorarla a vuestro ritmo (si no disponéis aún de él). También hay taxis asequibles y louages (taxis compartidos) que conectan los principales puntos de interés. Para moverse dentro de Houmt Souk, la capital de la isla, se puede caminar sin problema ya que no es demasiado grande.
Alojamiento
Djerba ofrece una amplia variedad de opciones, desde lujosos resorts frente al mar hasta encantadoras casas de huéspedes en pueblos tradicionales. Para una experiencia auténtica, recomendamos alojarse en una houch, una casa típica djerbiana con patios interiores y arquitectura tradicional. También hay opciones boutique que combinan tradición y modernidad. Nosotros nos alojamos en Maison Leila, sin duda uno de los mejores alojamientos de todo el viaje: piscina, habitaciones cómodas, desayuno excelente y una atención maravillosa. Queda en la zona noreste de la isla y la ubicación fue perfecta para explorar tanto los pueblos y ciudades como las playas.
Cuándo visitar Djerba
La mejor época para visitar la isla es de marzo a junio o de septiembre a noviembre, cuando las temperaturas son agradables y hay menos turistas. En verano, el calor puede ser intenso, aunque las playas son perfectas para refrescarse. Nosotros la visitamos en noviembre y el clima fue perfecto para recorrerla.
















Ruta recomendada para 2 días en Djerba
Si solo tenéis un par de días para explorar la isla, aquí os dejamos un plan ideal (aunque podríais alargarlo un poco si lo que buscáis es relax y desconexión):
Día 1
Por la mañana: recorrer Houmt Souk y visitar la fortaleza Borj El Kebir.
Al mediodía: comer en un restaurante tradicional y pasear por Erriadh y Djerbahood.
Por la tarde: visitar la sinagoga de la Ghriba y disfrutar del atardecer en Guellala. Este es el punto perfecto para nosotros, la Mezquita Sidi Yeti
A la noche: cena en un restaurante con vistas al mar y un paseo nocturno por el puerto de Ajim.
Día 2
Por la mañana: relajarse en las playas de Sidi Mahrez, Seguia y Yeti 1 y 2.
Al mediodía: excursión a la Isla de los Flamencos.
Por la tarde: paseo por la zona del puerto de Ajim o Guellala y disfrutar de la puesta de sol.
Os prometemos que Djerba es una isla que os sorprenderá en cada rincón, con una mezcla única de historia, cultura y paisajes que la convierten en un destino especial dentro de Túnez. Sin duda uno de los lugares que más nos gustaron de nuestro itinerario por el precioso país africano.
¿Buscáis más inspiración para vuestro viaje por Túnez? No os perdáis nuestras guías sobre los impresionantes ksars del sur y el desierto y las casas trogloditas de Matmata, escenarios de Star Wars. ¡Buen viaje!
Lugares imprescindibles en Djerba
Houmt Souk, el corazón de la isla
Houmt Souk es la ciudad principal y el mejor lugar para sumergirse en el ambiente local. Sus zocos están llenos de artesanías, especias y cerámicas coloridas. No os perdáis la fortaleza de Borj El Kebir, que ofrece vistas panorámicas espectaculares y fue escenario de batallas entre españoles y otomanos en el siglo XVI.
La Sinagoga de la Ghriba
Djerba es hogar de una de las comunidades judías más antiguas del mundo. La sinagoga de la Ghriba, situada en Erriadh, es un sitio de gran importancia espiritual y una visita imprescindible para conocer la diversidad cultural de la isla. Además, el propio edificio es espectacular en su interior. Durante el peregrinaje anual en abril o mayo, el lugar cobra una atmósfera especial, con miles de fieles acudiendo desde diferentes partes del mundo.







