Las casas trogloditas de Túnez, una visita obligada
Situados en torno a las ciudades de Toujane, Tamezret y Matmata, los pueblos trogloditas son conocidos por sus casas subterráneas habitadas por bereberes. En este post, os contamos nuestra experiencia explorando estas construcciones con siglos de historia que reflejan una adaptación a las duras condiciones de la zona.
TÚNEZ
Los habitantes de esta región del mundo crearon, hace más de 3.000 años, hogares excavados en cuevas y estancias bajo tierra para protegerse tanto del calor extremo durante el día como del frío por la noche. Algunas de estas construcciones siguen habitadas y se pueden visitar por libre, sin necesidad de contratar una excursión. Es la mejor forma de aprender de una cultura muy interesante que ha perdurado durante milenios y convivir con uno de los pueblos más hospitalarios del planeta como es el bereber.
Matmata
Sin duda es el más famoso de los pueblos trogloditas tunecinos y destaca por disponer las viviendas en forma de pozos excavados en la roca. Cada uno de estos grandes agujeros circulares actúa como un patio central a donde salen las estancias excavadas en la pared. Esta arquitectura, además de ser muy funcional, tiene un aspecto único y bastante misterioso. De hecho, este fue uno de los lugares donde se filmaron escenas de Star Wars (concretamente, en la casa de los tíos de Luke Skywalker), lo que ha hecho que cada vez más gente visite el lugar, al igual que los ksars de los que hablamos en este articulo.




Estos dos pueblos acotan un territorio perfecto para conocer asentamientos y casas trogloditas, a través de la carretera C104 que atraviesa las localidades de Toujane hasta Tamezret, pasando por la más conocida Matmata. Los siguientes asentamientos son nuestros favoritos para detener el coche y echar un vistazo (algunos están más montados para el turismo que otros). Os los dejamos con las ubicaciones exactas:
La maison troglodyte en Sidi Meta.
El Berber barlanglakások, donde nos recibieron con los brazos abiertos sin haber reservado ni hablado antes con ellos. Aquí pudimos charlar tranquilamente sobre la situación del país y nos invitaron a té con miel y pan. ¡Fue una de las mejores experiencias de todo el viaje por Túnez!
Dar Saliha y Diar Amor, son dos asentamientos habitados, pero que reciben más visitantes y pueden no resultar tan auténticos. Tiene un pequeño museo bereber que estaba cerrado cuando fuimos.




Tamezret
Habiendo recorrido la carretera C104, pasando por Toujane, Matmata y los asentamientos trogloditas, llegamos Tamezret, un pueblo bereber de lo más tradicional. Alojarse en Dar Ayed fue todo un acierto y es perfecto para conocer el pueblo, al que se puede llegar fácilmente a pie desde el maravilloso hotel. Es mucho menos turístico que Matmata y es por eso que nos gustó más. Cuenta con callejuelas estrechas y casas de piedra, además de conservar algunos hogares excavados en la roca que siguen estando habitados hoy en día. Tamezret es perfecto para acabar con la visita a esta zona de Túnez, antes de partir hacia Chott el-Jérid, Tozeur y los oasis de los que os hablamos en este otro artículo.


Una arquitectura y cultura que van de la mano
La arquitectura troglodita de estas regiones es una mezcla de ingenio y mucha tradición que continúa siendo un símbolo de la herencia cultural bereber en Túnez. Los interiores de las casas, aunque bastante simples, están decorados con objetos tradicionales, telas y alfombras artesanales que reflejan autenticidad e identidad cultural de sus habitantes. La vida en estos pueblos parece haberse detenido en el tiempo y trascurre acorde a los ciclos de la naturaleza. Se mantiene una economía basada en la agricultura y el pastoreo y, aunque el turismo rural está aumentando lentamente, sigue siendo muy escaso lo cual le añade un toque aún más real y auténtico. Como hemos mencionado anteriormente, los pueblos trogloditas en Túnez son una muestra de cómo las comunidades han adaptado su forma de vida al entorno desértico, utilizando sus escasos recursos naturales de la forma más original e innovadora.






Toujane
Se trata de un pintoresco pueblo bereber situado en la montaña que cuenta con casas semienterradas, menos profundas que las casas trogloditas de Matmata, pero igualmente fascinantes. Toujane se caracteriza por tener vistas unas panorámicas impresionantes (lo que le da un aire muy diferente al de Matmata, situado en una zona llana) y por ser un pueblito totalmente auténtico. Os recomendamos, encarecidamente, pasar la noche allí, en la casa de huéspedes Dar Fatma Toujane. Os sentiréis como en medio de un Belén viviente, rodeados de montañas, donde los habitantes van en busca de agua a los pozos con la ayuda de mulas y algunos se dedican a tejer preciosas alfombras bereberes. Toujane conserva un estilo de vida tranquilo y mucho menos turístico que Matmata, ofreciendo una experiencia más auténtica de la vida local que os fascinará.







