TOP 10: lo mejor de Irlanda
Irlanda está repleta de paisajes espectaculares, naturaleza salvaje, pueblos encantadores y parques nacionales en los que disfrutar de la costa y la montaña. Aquí os dejamos nuestros 10 lugares preferidos en el país de los leprechauns y los tréboles.
IRLANDA
1. Acantilados de Moher
Situados en el condado de Clare, estos son unos de los acantilados más icónicos del mundo. Con más de 200 metros sobre el mar, los acantilados de Moher ofrecen las vistas más alucinantes de la isla. Recomendamos caminar por el sendero hacia ambos lados desde la entrada principal y captar las múltiples perspectivas que ofrece. Además, para disfrutar del paisaje en silencio y prácticamente en solitario, es aconsejable llegar temprano y alejarse del centro de visitantes lo máximo posible. Dedicadle al menos tres horas a este lugar único.
3. Isla de Achill
Esta es la isla más grande de Irlanda, ubicada en el condado de Mayo, en la costa oeste. Con su costa abrupta, sus playas casi vírgenes, montañas verdes y un rico patrimonio cultural, Achill es un destino imprescindible si queréis descubrir la belleza natural menos explorada de Irlanda.
Playas de cuento como la de Keem Bay o Keel Beach, el pueblo Deserted Village, donde se puede aprender sobre la "hambruna de la patata", y todo el entorno de naturaleza salvaje, hacen que Achill se convierta en uno de nuestros lugares preferidos.
2. Kerry Cliffs y el Ring of Kerry
Se trata de uno de los roadtrips más famosos de Irlanda, una ruta de casi 180 kilómetros en el condado de Kerry repleto de paisajes increíbles que incluyen montañas, lagos, playas de arena y pueblos precioso como Killarney y Kenmare. La joya de la corona son los acantilados de Kerry, unas paredes de 300 metros de altura situados cerca de Portmagee, un pintoresco pueblo menos visitado y que os recomendamos muchísimo. ¡Ver el atardecer desde los Kerry Cliffs es algo mágico e inolvidable!
4. Condado de Donegal y Slieve League
Al noroeste de Irlanda se sitúa Donegal, una tierra remota famosa por sus paisajes salvajes, playas vírgenes y montañas escarpadas, y que ofrece una experiencias más auténticas y menos turísticas del país. Su atractivo estrella es Slieve League, uno de los acantilados marinos más altos de Europa que se alza dramáticamente a casi 600 metros sobre el Atlántico. Las vistas panorámicas desde lo alto de la montaña son espectaculares y la zona es ideal para los amantes del senderismo.
6. Galway
Esta icónica ciudad costera es conocida principalmente por su ambiente artístico, cultura bohemia y animada vida nocturna. A nosotros nos sorprendió gratamente y nos encantó pasear por sus calles adoquinadas del centro histórico, rebosantes de vida y de gente joven. Desde la antigua ciudad pesquera de Claddagh, al otro lado de la desembocadura del río, se obtienen unas vistas magníficas de las coloridas casas de Galway.
Si disponéis del tiempo suficiente, es recomendable hacer una visita a las Islas de Aran, un conjunto de tres islas situadas en la Bahía de Galway famosas por la herencia celta bien preservada, los paisajes de piedra caliza y, sobre todo, la lana de oveja (aunque esto lo dejaremos para nuestra próxima visita a Irlanda).
5. Glendalough
Ubicado en el Parque Nacional de las Montañas de Wicklow, a una hora de Dublín, este valle glaciar alberga un antiguo asentamiento monástico fundado en el siglo VI. Os recomendamos subir a The Spinc, una colina desde la que se puede apreciar la inmensidad del valle y los lagos, así como el pueblo minero abandonado a sus pies. El entorno natural de Glendalough es espectacular que sumado a la torre de defensa de 1.500 años de antigüedad y la pequeña iglesia de piedra del cementerio, se convierte en una de las paradas más especiales del viaje por Irlanda.
7. Costa de Dingle y sus miradores
Este es uno de los lugares que más nos han emocionado de nuestra ruta por la isla. La estrecha carretera R559 que rodea el brazo oeste de Dingle es increíble y está salpicada por numerosos miradores mágicos, yacimientos neolíticos y pueblitos y playas de cuento. Curiosamente, la costa de Dingle no suele estar tan transitada como cabría esperar y todavía no se ve afectada por el turismo de masas. Lo mejor es recorrerla sin prisa, parando en cada sitio que os llame la atención y disfrutando de la espectacularidad y la tranquilidad del camino. Sin duda, experimentaréis la esencia natural del país en su máximo esplendor.
8. Parque Nacional de Connemara
Situado también en el condado de Galway, Connemara es famoso por sus vastas extensiones de prados verdes, montañas y lagos con Océano Atlántico de fondo. Partiendo desde el centro de visitantes, podréis hacer la sencilla caminata de 8 kilómetros hasta Diamond Hill, que ofrece unas vistas inmejorables de los paisajes de alrededor.
Junto a la carretera N59 que se dirige hacia el norte, encontraréis la turística Abadía de Kylemore y, un poco más adelante, el pequeño pueblo Leenaun con el Killary Harbour, uno de los fiordos más espectaculares de Irlanda. Hay paseos en barco y varias rutas que se pueden realizar por la zona.
9. Costa sur: de Wexford a Cork
Cork es la segunda ciudad más grande de Irlanda y, aunque no destaque por ser uno de los lugares más bonitos del país, varios lugares del entorno son dignos de una visita: el emblemático castillo de Blarney, muy cerca de Cork, y el precioso pueblo de Cobh. Este último es el más fotogénico (e instagrameable) de todos los pueblos que conocimos en Irlanda, gracias a sus casas de colores, la iglesia y su empinado centro histórico junto a la bahía.
También recomendamos conducir por la Copper Coast y detenerse en los miradores, extensas playas, y algunos pueblos como Dungarvan, Tramore y Youghal. En nuestro itinerario por el país encontraréis más información al respecto.
10. Killarney National Park
Ubicado en el Condado de Kerry, este parque nacional cuenta con lagos cristalinos, frondosos bosques y algunas de las montañas más hermosas y visitadas del país. Nosotros realizamos la caminata de la cascada de Torc, una ruta circular que conduce hasta la montaña del mismo nombre y desde la que pudimos disfrutar de las mejores vistas de Killarney. Si os gusta la naturaleza y el senderismo, este es uno de los imperdibles en Irlanda.
Bonus: Dublín
Dejamos la capital para el último punto por no haber cumplido con las expectativas en nuestra última visita al país. Dublín ha cambiado muchísimo en quine años y ha pasado de ser un "pueblo grande" con encanto, a una ciudad estándar y globalizada más. A pesar de que mantiene sus atractivos como el Trinity College, el animado barrio de Temple Bar repleto de pubs, los elegantes edificios con puertas de colores entorno al parque Merrion y el precioso parque de St. Stephens Green, actualmente, la capital sufre serios problemas de tráfico y exceso de gente, y los precios son desorbitados. En nuestra opinión, es suficiente con dedicar un día a conocer Dublín.