Irlanda
Un viaje inolvidable
La Isla Esmeralda es principalmente conocida por sus verdes prados y sus espectaculares acantilados, pero también por su rica historia, una cultura y tradición únicas y una hospitalidad que le hace al viajero sentirse como en casa. La isla principal está dividida en República de Irlanda e Irlanda del Norte (perteneciente al Reino Unido) que de momento no hemos tenido la oportunidad de conocer).
Dublín destaca por su vibrante escena musical, los históricos y bien conocidos pubs y la emblemática universidad Trinity College; sin embargo, la capital ha crecido desmesuradamente en los últimos años, lo que ha provocado un encarecimiento importante de los servicios y un cambio en el estilo de la ciudad que antaño solía ser tranquila y campechana. Actualmente, Dublín afronta retos y desafíos prometedores.
El paisaje irlandés es realmente impresionante y variado; desde los acantilados de Moher, con una de las mejores panorámicas del Atlántico, hasta los bucólicos parajes de Connemara y los Kerry Cliffs, pasando por los enigmáticos valles de Wicklow y Glendalough, la preciosa costa de Donegal y los pueblitos pesqueros de Cobh, Dingle y Dungarvan… Irlanda ofrece un sinfín de maravillas que no os defraudarán, especialmente, si sois amantes del senderismo y la naturaleza. Conducir por la Wild Atlantic Way que recorre la costa oeste es un imprescindible y lo mejor que ofrece Irlanda.
Cultural e históricamente, Irlanda ha sido muy famosa por sus tradiciones, arte y creatividad. La música tradicional suena en pubs y festivales de todo el país (y del mundo). Además, es cuna de algunas de las figuras más ilustres de la literatura como James Joyce y Oscar Wilde, cuyas obras continúan influyendo a nivel mundial. Los inumerables castillos medievales, antiguos monasterios y abadías, e innumerables lugares arqueológicos os dejarán asombrados y harán que vuestra experiencia en la isla sea inolvidable.
Por último, no podemos olvidar que sus habitantes son uno de sus mayores tesoros. Afamados por su calidez, afabilidad y sentido del humor, inmediatamente os percataréis de por qué son conocidos por su capacidad para hacer que cualquier visitante se sienta como en casa. Las ciudades pequeñas y los pueblos, repletos de casas coloridas y acogedores pubs, son lugares ideales para experimentar la auténtica hospitalidad irlandesa.
Información básica
Capital del país: Dublín
Ubicación: noroeste de Europa
Idioma: gaélico e inglés
Moneda: euro
Gobierno: República Parlamentaria
Clima: clima oceánico templado
Zona horaria: UTC +1:00
Electricidad: enchufes tipo G
Cómo organizar el viaje
Requisitos de entrada
Los ciudadanos europeos pueden entrar al país con DNI, excepto a Irlanda del Norte que es necesario tener un pasaporte en vigor.
Cuándo ir a Irlanda
La mejor época para visitar el país, indudablemente, es el verano. En los meses de julio y agosto hay muchas más horas de luz y, lo más importante, es cuando mayor probabilidad hay de que haga buen tiempo, o al menos, de que no llueva. La animación no solo es evidente en la capital; por todo el país hay numerosos eventos y actividades. El aspecto negativo es que a los irlandeses les encanta aprovechar el verano para conocer su país, por lo que los alojamientos se encarecen significativamente y puede que si no se reserva con mucha antelación, no haya ninguno disponible en las zonas más populares.
Cuánto tiempo ir a Irlanda
A pesar de que pueda parecer un país pequeño, que no os confunda, la isla tiene incontable lugares para visitar y las distancias no son tan cortas. Además, la mayoría de carreteras son nacionales de un solo carril estrecho y con curvas lo que hace que se tarde más tiempo de lo planeado en ir de un sitio a otro.
No es fácil hacer una recomendación exacta de cuántos días hacen falta para conocer Irlanda, pero en nuestra opinión 10 días sería razonable y da tiempo para disfrutar y hacerse una idea de cómo es este precioso país. Concretamente nosotros estuvimos 11 días recorriendo Irlanda, incluyendo Dublín, y no visitamos ninguno de los seis condados de Irlanda del Norte. Aunque fueron jornadas largas e intensas, y condujimos un total de 2.200 kilómetros, nos dejamos un montón de lugares sin visitar. ¡Ojalá hubiéramos tenido más tiempo!
En caso de que queráis dar la vuelta entera a la isla y entrar también en Irlanda del Norte, serían necesarias 2 semanas, a menos que queráis estar conduciendo sin parar y apenas visitar los sitios increíbles.
Por otro lado, (afortunadamente) son suficientes 1 o 2 días para conocer los atractivos principales de la capital. En breves, sacaremos el artículo de visita a Dublín con todos los detalles.
Cómo llegar a Irlanda
Solamente hay dos formas de entrar en la isla: por aire, la más habitual, y por el mar. En Irlanda, hay varios aeropuertos que cuentan con opciones económicas para llegar desde la península. Además de Dublín, ciudades como Cork, Galway y Limerick, entre otras, tienen vuelos lowcost a casi cualquier punto de España principalmente con la aerolínea irlandesa Ryanair.
Si venís en ferry, el puerto de entrada más importante es el de Dublín (aunque hay otros como el de Rosslare o el de Cork). Es la forma de acceder a Irlanda con vuestro coche o furgoneta, pero suele salir bastante caro. Os dejamos el enlace del ferry que va de Bilbao a Rosslare.
Cómo moverse por Irlanda
La mejor forma para conocer el país, sin duda, es en coche, ya sea el vuestro propio o de alquiler. No hay demasiado tráfico, aunque sí más del que esperábamos (probablemente por ser verano), las carreteras están en buenas condiciones y sale bastante económico, incluso en julio y agosto. Es la mejor forma para ahorrar tiempo y ver el mayor número de sitios posible, así como para llegar a zonas más aisladas y rincones turísticamente menos explotados. Los lugares a visitar están relativamente cerca entre sí, pero en general, las carreteras son estrechas y, normalmente, se termina yendo a menos sitios de los planeados. Además, hay que tener en cuenta que se conduce por la izquierda.
Para encontrar las mejores ofertas de alquiler en Irlanda, recomendamos el buscador DiscoverCars.com. En cuanto al tipo de coche más adecuado, uno de tamaño reducido es el mejor para recorrer la isla, y tampoco es necesario alquilar un 4x4.
Para ubicarse, GoogleMaps funciona excepcionalmente bien, aunque para las zonas donde no haya cobertura es recomendable tener el mapa de Irlanda descargado. En este viaje, no hemos tenido que utilizar MapsMe en ninguna ocasión.
Si no se puede alquilar un coche, la red de autobuses es amplia y llega a casi todos los lugares, pero es mucho más complicado visitar pueblos pequeños y zonas rurales remotas. También hay líneas de tren, las cuales sobre todo atraviesan la costa este de la isla.
Por último, es bastante habitual ver aventureros recorriendo Irlanda en bicicleta. No podemos hacer muchas recomendaciones al respecto, pero queremos mencionar que la isla es menos llana de lo que parece.
Dónde alojarse en Irlanda
Los alojamientos en Irlanda no son especialmente abundantes y se han encarecido muchísimo en los últimos años. Veréis que, sobre todo en temporada alta (verano), es difícil encontrar lugares donde pasar la noche por debajo de los 100€ por una habitación doble. Nuestra recomendación es que optéis por quedaros en Bed & Breakfasts, ya que la relación calidad-precio es mejor y la experiencia que os llevaréis será mucho más auténtica.
En Booking podéis encontrar la mayoría de estos alojamientos que rondan los 100€ por noche (los hoteles sencillos suelen costar cerca del doble) y que encontraréis en prácticamente cada pueblo del país. Desde nuestro punto de vista, alojarse en casa de una familia local hace que el viaje mejore; además, el trato suele ser excelente, y los famosos y copiosos Irish breakfast que suelen incluir la mayoría de estos alojamientos os darán energía para todo el día.
En ciudades como Dublín y Cork existe la posibilidad de alojamiento en las residencias de estudiantes Destiny Student, que ofrecen unas instalaciones espectaculares a precios bastante más reducidos.
Dónde comer en Irlanda
No es un secreto que en esta isla no se coma especialmente bien. Pero aunque no destaque por su variada gastronomía, en caso de salir a comer, las preparaciones suelen ser muy contundentes y sabrosas. Los productos irlandeses con de primera calidad, entre los que destacan el cordero, la ternera y todo tipo de lácteos.
Fuera de Dublín y de las ciudades más importantes la oferta en restauración no es muy amplia. En los pueblos pequeños suele haber un par de pubs que sirven la típica comida irlandesa (estofados, chowder, bacon and cabbage y el famoso fish and chips). A veces, sorprendentemente, se puede encontrar algún restaurante italiano o hindú, en zonas bastante alejadas.
Por desgracia, comer fuera se ha convertido en algo muy caro en Irlanda debido a la tremenda inflación de los últimos años. Si preferís ahorrar, lo mejor es comprar en supermercados que, en general, son mucho mejores que los españoles. El más recomendable es el Dunnes Stores, una de las principales cadenas del país y que cuenta con una variedad de productos inaudita. No estamos exagerando: probablemente sean los mejores supermercados que hemos visto nunca.
Dinero
La moneda oficial es el euro, salvo en los seis condados del Ulster que conforman Irlanda del Norte, donde se utilizan libras esterlinas. De todas formas, casi todo en el país se puede pagar con tarjeta, incluso los alojamientos en B&B y pequeñas compras en mercadillos locales. En los once días que hemos estado recorriendo la isla, la única vez que hemos utilizado efectivo ha sido para poner OTA en dos aparcamientos. Por este mismo motivo, si visitáis Irlanda del Norte no sería necesario cambiar dinero.
Internet
Afortunadamente, la mayoría de compañías móviles incluyen roaming tanto en Irlanda como Reino Unido, de modo que no suele haber problemas para tener internet en toda la isla. Sin embargo, se debe tener en cuenta que en lugares remotos es habitual que no haya cobertura, y es muy útil descargar los mapas con antelación. Además, en general, internet nos iba bastante lento y no tuvimos 5G en ningún momento.
Por otro lado, casi todos los establecimientos tienen wifi, tanto los hoteles y B&B, como cafeterías y restaurantes. En algunas ciudades se pueden encontrar puntos de wifi gratuito, pero no es lo más común (es más practico y seguro tener datos).