Recorriendo la costa de Kaş, nuestro rincón favorito
La costa de Kaş es un paraíso donde la historia, la naturaleza y el mar se combinan para ofrecer una experiencia inolvidable. Este rincón de la Riviera Turca nos pareció perfecto para disfrutar de playas espectaculares, ruinas antiguas y algunas de las mejores excursiones en barco que hemos hecho nunca. En este artículo os contamos nuestra experiencia recorriendo estos encantadores destinos para que podáis planificar vuestra visita.
RIVIERA TURCA
Cómo llegar a Kaş y Kalkan
La anterior parada en nuestro recorrido por la costa turca fue Olüdeniz, un lugar espectacular sobre el que hemos hablado en este artículo. Desde allí cogimos un autobús a Fethiye en esta ubicación de la playa, cerca de donde estábamos alojados. La frecuencia es muy buena, sobre todo en temporada turística (de mayo a octubre) y en unos 30-40 minutos llegamos a Fethiye. Nos bajamos en la estación de autobuses y allí mismo encontraréis transporte tanto a Kalkan como a Kaş. Como veis, el epicentro de esta zona de costa es Fethiye, la ciudad principal con diferencia, pero no nos quedamos allí, pues considerábamos que no tenía demasiado interés pese a ser uno de los resorts de costa más importantes del país.
Una vez en Kalkan, hay dolmuş frecuentes que llevan hasta Kaş, y van haciendo paradas en lugares turísticos que queríamos visitar, como la playa de Kaputas. Este trayecto en transporte público es muy sencillo y tremendamente asequible (alrededor de 1€ por trayecto). Otra opción es alquilar un coche, lo que os permitirá recorrer la costa con total libertad y disfrutar de sus paisajes impresionantes. Eso sí, tened en cuenta que los pueblos no son muy grandes, tienen bastantes cuestas y no es fácil aparcar en el centro. La estación de Kalkan a la que llegaréis desde Fethiye se encuentra en esta ubicación, en la parte alta del pueblo. Os dejamos también por aquí la ubicación de la parada de dolmuş que sí encontraréis en pleno centro de Kalkan. Desde aquí se cogen los ya mencionados en dirección a Kaş y los horarios suelen estar actualizados en las marquesinas. En Kaş, la estación de autobuses grandes está bastante en el centro en esta ubicación y podréis llegar andando sin esfuerzo.
Dónde alojarse: Selim Pansion, un lugar mágico en Kaş
Si buscáis un alojamiento con encanto en Kaş, no podemos recomendar lo suficiente Selim Pansion. Este pequeño hotel familiar destaca por su hospitalidad, su ubicación privilegiada y unas vistas inigualables del mar. Cada mañana nos despertábamos con un desayuno casero delicioso en la terraza, rodeados del azul intenso del Mediterráneo. La tranquilidad del lugar, combinada con la amabilidad de los dueños y lo que nos ayudaron con todo, hizo que nuestra estancia fuera perfecta. Además, se encuentra a pocos minutos del centro de Kaş y del puerto, lo que permite acceder fácilmente a todas sus atracciones sin renunciar a un entorno más apacible.




Kalkan: un pueblo con encanto
Kalkan es un pequeño pueblo costero que conserva su esencia bohemia y tranquila. Sus casas blancas con balcones típicas de esta zona de Turquía crean una postal perfecta. Sus calles empedradas están repletas de tiendas boutique con productos artesanales, cafeterías con terrazas y restaurantes con vistas al mar. Es un destino ideal para quienes buscan un ambiente pintoresco y relajado, a la vez que un poco “pijo” lejos del turismo masivo de otros rincones de la Riviera Turca. Eso sí, ojo con los precios…
Una de las mejores cosas de Kalkan es su gastronomía. Aquí se pueden encontrar restaurantes con terrazas panorámicas donde probar pescado fresco y meze, los típicos entrantes turcos. Eso sí, una vez más los precios nos parecieron desorbitados. Aparte de esto, de dar un paseo por la costa y sus calles empedradas y un par de baños en la cala Taş Ocak y la playa del centro, tampoco nos pareció que tuviera demasiado interés.




Kaş: historia y playas espectaculares
Kaş sí que nos deslumbró desde el primer momento. Es el alma de esta costa, un pueblo con un ambiente relajado, playas impresionantes y un centro histórico lleno de vida. Pasear por sus callejuelas es una experiencia en sí misma: cada rincón está decorado con flores, puertas de colores y tiendas con encanto.
Incebogaz Plaji: una playa de aguas cristalinas y poco profundas, perfecta para nadar con tranquilidad.
Kaş Belediyesi Halk Plajı: playa pública con buen ambiente, donde tanto locales como turistas disfrutan del sol y el mar. Cuenta con un chiringuito con vistas preciosas que recomendamos para refrescarse un poco en verano.
La península de Kaş: aquí encontraréis calas escondidas y miradores con vistas impresionantes del Mediterráneo. Lo ideal para recorrerla es hacerlo en bicicleta, moto o coche, pero las distancias no son demasiado largas, así que podéis llegar andando a las playas como nosotros desde el centro sin problema.
Antiphellos: no os perdáis el anfiteatro de la antigua ciudad licia, desde donde podréis disfrutar de una de las mejores puestas de sol de toda Turquía. Si os alojáis en el ya mecionado Selim Pansion, os quedará a tiro de piedra.
El puerto y el casco histórico: pasear por el puerto y el centro de Kaş es imprescindible. Sus calles adoquinadas, las tiendas de artesanía y los restaurantes con encanto crean una atmósfera única. Además, enseguida os daréis cuenta de que es un pueblo tremendamente fotogénico.
Büyükçakıl Plajı: una playa preciosa a la que se puede llegar andando desde Kaş. El camino hasta allí es una maravilla, con vistas espectaculares del mar. Al llegar, encontraréis una cala tranquila con aguas cristalinas, ideal para relajarse y darse un baño en un entorno natural único.
El broche de oro: excursión a Kekova, un día en el paraíso
Uno de los momentos más memorables de todo nuestro viaje por la costa turca fue la excursión en barco a Kekova. Esta travesía nos llevó a descubrir algunos de los lugares más fascinantes de la región:
La ciudad sumergida de Kekova: restos de una antigua ciudad licia que se hundió debido a un terremoto en la antigüedad. A través del agua cristalina, aún se pueden ver los cimientos y estructuras de esta misteriosa urbe.
El pueblo de Simena (Kaleköy): solo es accesible en barco. Este encantador pueblo tiene un castillo en la cima que ofrece vistas panorámicas impresionantes de toda la zona.
Bahías escondidas y aguas turquesas: durante la excursión, paramos en varias calas espectaculares para nadar en aguas completamente cristalinas y disfrutar de uno de los entornos más vírgenes de la costa turca.
Sin duda, esta fue una de las mejores excursiones en barco que hicimos en todo el país. La combinación de historia, paisajes y la oportunidad de nadar en rincones paradisíacos hicieron que esta experiencia fuera inolvidable. Para poder contratar la excursión os recomendamos hacerlo en la compañía que os inspire más confianza. En nuestro caso fueron unos 70€ para dos personas con comida incluída. En la plaza central de Kas encontraréis numerosas empresas que ofrecen tours similares. Os dejamos un teléfono de contacto al que podéis escribir por Whatsapp (con los que hicimos la excursión) para solicitar más información y contratar el recorrido que más os interese: +90 532 731 38 60.




Patara Beach: preciosa, pero con una entrada desorbitada
Patara Beach es una de las playas más largas y bellas de Turquía, con arena dorada y aguas cristalinas. Tiene una longitud de casi 18 kilómetros, lo que la convierte en la playa más extensa del país y, hasta ahora, en una de las más salvajes y populares. Sin embargo, desde que las ruinas de la antigua ciudad de Patara están protegidas, el precio de la entrada ha subido considerablemente. De hecho, hemos leído algunos artículos en los que se exponen las quejas recientes de los hosteleros de la zona por la caída en picado de turistas. Nosotros decidimos no pagar la entrada solo para pasar unas horas en la playa, ya que nos pareció excesivo, pero si os interesa la historia, la visita puede valer la pena. En cualquier caso, hay muchas más playas impresionantes en la zona donde se puede disfrutar del mar sin pagar una entrada tan cara que sigue subiendo.
Kaputas Beach: un paraíso no tan escondido
Situada entre Kaş y Kalkan, Kaputas Beach es una de las playas más icónicas de Turquía. Su pequeño tamaño y su espectacular ubicación entre acantilados la han convertido en un destino muy popular. Para acceder a la playa hay que bajar una larga escalera y la vista desde arriba es sencillamente impresionante. Como os hemos explicado al comienzo del artículo, podéis llegar en dolmuş saliendo de Kalkan camino a Kaş y bajaros frente a la playa para pasar algunas horas y pegaros un baño refrescante.
El agua aquí es de un color azul intenso, con una mezcla entre turquesa y esmeralda que parece de otro mundo. Aunque la playa es de arena bastante gorda con pequeñas piedrecitas, la belleza del lugar hace que valga totalmente la pena la visita. Eso sí, al ser tan popular, en temporada alta puede llenarse rápidamente de mucha gente, así que recomendamos ir temprano por la mañana para poder disfrutar de la tranquilidad antes de que lleguen las multitudes. Os dejamos por aquí nuestro artículo de las mejores playas de la costa turca por si queréis organizar un ruta chula y conocer varias.

















