Los imperdibles de Novi Sad, una ciudad que enamora

La ciudad está viviendo tiempos prósperos y se está convirtiendo en un lugar cada vez más popular durante estos últimos años. Es, sin duda, uno de los imprescindibles de país balcánico y en 2022 vivió su gran momento al ser nombrada Capital Europea de la Cultura. ¡Y vaya si lo aprovechó! Bajo el lema "por nuevos puentes", esta ciudad vibrante se llenó de vida con festivales, exposiciones y eventos que no solo mostraron su historia y tradiciones, sino también su lado más moderno y creativo. Desde pasear por la imponente Fortaleza de Petrovaradin hasta descubrir rincones bohemios y espacios culturales únicos como la "Fábrica Cultural", a continuación os contamos cuales son los mejores lugares que ofrece. Además, si estáis visitando Serbia no podéis dejar de hacer una parada de un par de días en su preciosa capital, Belgrado. En este artículo os damos algo más de información sobre sus imperdibles.

Consejos para disfrutar de la Capital Europea de la Cultura 2022

• Moverse por la ciudad: Novi Sad es una ciudad muy accesible para ir andando y es fácil recorrer el centro y sus principales atracciones a pie. También es una ciudad muy ciclista, así que alquilar una bici puede ser una muy buena idea.

• Eventos especiales: destaca el EXIT Festival, que se celebra en julio y que congrega a cientos de artistas internacionales punteros. Además, en noviembre se celebra el Festival Internacional de Cine de Novi Sad, que también es una buena oportunidad para visitar si sois amantes del cine independiente.

• Mejor época para visitar: la primavera y el verano son ideales para visitarla, ya que podréis disfrutar al máximo de los parques, la playa Štrand y el buen tiempo para explorar su entorno al aire libre como Fruska Gora.

A continuación os recomendamos nuestros lugares favoritos en Novi Sad:

Fortaleza de Petrovaradin: las mejores vistas de la ciudad

La Fortaleza de Petrovaradin es sin duda el símbolo de Novi Sad y el punto de partida perfecto para explorar la ciudad. Esta imponente fortificación del siglo XVII domina el paisaje desde una colina que os regalará vistas impresionantes del Danubio y de la ciudad. Pasear por sus murallas, perderse en sus túneles subterráneos y admirar la Torre del Reloj (famosa por tener las manecillas invertidas) son solo algunas de las experiencias que os esperan aquí. Además, no os podéis perder los pequeños talleres de artistas y el Museo de la Fortaleza, donde aprenderéis más sobre su historia. Lo ideal para llegar a ella es cruzar el puente Varadin e ir subiendo desde el barrio del mismo nombre hasta la fortaleza.

Como hemos comentado antes, si la visitáis en julio el lugar cobra vida con el famoso EXIT Festival, convertido hoy en día en uno de los festivales de música más importantes de toda Europa. Por lo que hemos sabido, es una experiencia única para los amantes de la música y una manera muy especial de ver la fortaleza en su máximo esplendor. ¡Lo tenemos pendiente para la próxima!

Futoška Pijaca, nuestro mercado favorito

Si estáis en Novi Sad tenéis que pasar sí o sí por Futoška Pijaca, nuestro mercado favorito y uno de los rincones más auténticos de la ciudad. Es el lugar perfecto para sumergirse en la vida local, lleno de puestos coloridos que rebosan frutas, verduras frescas, quesos, embutidos y pan casero. Aquí podréis encontrar desde productos frescos hasta especias, miel y flores, todo con ese encanto especial de los mercados tradicionales. Además, los vendedores son de lo más amable y siempre están dispuestos a recomendaros lo mejor de la temporada. Si queréis llevaros un pedacito de Novi Sad en el corazón (¡o en la mochila!), una visita a Futoška Pijaca es imprescindible.

Calle Dunavska y el centro histórico

Para sumergiros en el encanto de Novi Sad no hay nada mejor que pasear por la calle Dunavska, la arteria principal del centro histórico. Esta calle peatonal llena de coloridas casas de estilo barroco y arquitectura austrohúngara es perfecta para disfrutar del ambiente relajado pero animado de la ciudad. Aquí encontraréis tiendas, cafés y restaurantes donde podréis probar especialidades locales, además de algunos edificios históricos como la Biblioteca de la Ciudad, que es preciosa.

En la misma zona se encuentra también la Plaza de la Libertad o Trg Slobode, el corazón de Novi Sad, rodeada de elegantes edificios como el Ayuntamiento, la Iglesia del Nombre de María, una espectacular iglesia católica de estilo neogótico, y la Banca Vojvođanska con su característica fachada barroca. La plaza es el lugar ideal para sentaros en una terraza y ver pasar la vida local.

Museo de Vojvodina: un viaje por la historia y cultura de la región

Si queréis conocer la historia y cultura de esta región multicultural, el Museo de Vojvodina es una visita imprescindible. Este museo alberga una impresionante colección de artefactos que abarcan desde la prehistoria hasta la actualidad. Además de aprender sobre la historia de Vojvodina, también podréis ver exposiciones de arte y cultura popular serbia. Es un paseo fascinante por siglos de historia que os ayudará a entender mejor la identidad única de esta región de Serbia. La entrada es muy económica (menos de 3€) y podéis encontrar más información aquí.

Parque Dunavski y paseo por el Danubio

El Parque Dunavski es nuestro preferido en la ciudad, un oasis verde en el centro de Novi Sad y un lugar perfecto para relajarse después de explorar la ciudad. Con su bonito lago, senderos arbolados y zonas de descanso, es ideal para un paseo tranquilo o un picnic. En primavera y verano comprobamos que el parque se llena de vida y color, con sus jardines de flores y sus pequeños puentes que crean un ambiente de cuento.

Justo al lado del parque se encuentra el paseo marítimo junto al Danubio, una zona que no podéis dejar de recorrer. Este paseo sigue el curso del río y os llevará hasta la fortaleza de Petrovaradin por el ya mencionado puente. Es un lugar encantador para caminar, alquilar una bicicleta o simplemente sentarse en uno de los bancos a admirar el río. Si os apetece, podéis incluso hacer un pequeño crucero en barco por el Danubio al atardecer para ver la ciudad desde otra perspectiva. Si os interesa, se puede reservar allí mismo en este sitio.

Comida en una Salaš tradicional

Para sumergiros en los sabores de la cocina serbia, os recomendamos una experiencia gastronómica en una salaš. Estas son casas de campo típicas de la región, donde se sirven platos tradicionales en un ambiente rústico y acogedor. En una salaš podréis probar especialidades locales como el čvarci (chicharrón de cerdo), el kulen (un embutido picante muy típico en los balcanes) y el gibanica (un pastel de queso, parecido a un burek). Muchas de estas fincas están ubicadas en las afueras de Novi Sad, aunque también existen algunas en el centro de la ciudad. Lazin Salas es el más conocido y típico, pero ya os adelantamos que casi en cualquier restaurante de Novi Sad comeréis muy bien.

Monasterios de Fruška Gora

La región de Fruška Gora está muy cerca de Novi Sad, es un parque nacional lleno de colinas, recorridos por los bosques y viñedos que además alberga un conjunto de monasterios ortodoxos serbios de los siglos XV y XVI. Estos monasterios, con sus frescos y arquitectura medieval, son un tesoro cultural y espiritual de Serbia. Si os gusta la historia o simplemente queréis pasar un día en un entorno natural impresionante, podéis hacer una excursión de un día entero para visitar algunos de ellos. Si estáis pensando en visitar la zona, os contamos nuestra experiencia en el artículo sobre cómo visitar los monasterios de Fruška Gora.

Relajaros en la Playa Štrand

Durante el verano, la playa Štrand a orillas del Danubio, es uno de los lugares más populares entre los locales y los visitantes. Con su arena dorada y sus chiringuitos, es el sitio ideal para relajaros al sol, tomar algo y disfrutar del ambiente veraniego de Novi Sad. También hay zonas deportivas justo al lado y zonas de sombra para pasar el día cómodamente. El barrio de Liman está justo detrás, y presume de tener algunos de los establecimientos más modernos y alternativos de la ciudad.

Hacer una cata de vinos en las bodegas Sremski Karlovci

A tan solo 10 kilómetros de Novi Sad se encuentra Sremski Karlovci, un pequeño pueblo encantador conocido por sus bodegas de vino y su arquitectura barroca. Aquí podéis hacer una cata de vinos tradicionales de la región, como el bermet, un vino dulce y especiado que es típico de la zona. Además de degustar vinos, podréis explorar lugares históricos como la Iglesia Ortodoxa de San Nicolás y la Fuente de los Cuatro Leones. Este es un plan que nos quedó pendiente para la siguiente visita a la ciudad.

Como comprobaréis al instante si la visitáis, Novi Sad es una ciudad vibrante con un encantador ambiente y una mezcla de cultura, historia y modernidad que os conquistará y que nada tiene que envidiar de la grandiosa Belgrado. Ya sea explorando sus fortificaciones, probando sus sabores tradicionales o descubriendo su faceta artística, en Novi Sad encontraréis un destino lleno de sorpresas y experiencias memorables. Si tenéis pensado visitar Serbia hacedle un hueco en vuestro itinerario. ¡No os arrepentiréis!