Belgrado, una capital diferente
Lejos del glamour y la fama de otras capitales no tan lejanas como Viena, Praga o Budapest, la capital Serbia viene pegando fuerte en los últimos tiempos. Mantiene la historia y el patrimonio de un pasado idealizado como capital de la antigua Yugoslavia, y ha sabido modernizarse y rejuvenecer como pocas ciudades en Europa.
SERBIA
Nos sentimos orgullosos al decir que Belgrado nos sorprendió gratamente y, sin duda, la consideramos una opción estupenda si sois de los buscan destinos turísticos más auténticos y mucho menos trillados. Además, partir desde la capital Serbia es buena idea para empezar a explorar el país durante 8-10 días. Recomendamos estar al menos dos días completos recorriendo Belgrado, ya que tiene bastantes lugares de interés y muchísimas historias que contar. Os hemos preparado una lista con nuestros lugares preferidos en la ciudad:
1. Fortaleza de Kalemegdan
Claramente es lugar más emblemático de la ciudad. Se trata de una antigua y gigantesca fortaleza, repleta de espacios verdes, paseos y unas vistas espléndidas de la ciudad y del anchísimo río Danubio. Al atardecer el parque se llena de ambiente joven, familias que acuden a pasear y mayores que organizan partidas de ajedrez. La luz se suele poner preciosa cuando cae el sol, y seguramente este será uno de los mejores recuerdos que os llevéis de la capital serbia.
2. Templo de San Sava
Se trata de la iglesia ortodoxa más grande de los Balcanes y una de las más grandes del mundo. Su construcción comenzó en el año 1935, en el mismo lugar en el que se incineró al fundador de la Iglesia Ortodoxa Serbia (el propio San Sava) en el año 1595, y aún hoy en día no se ha terminado de construir (la sucesión de diferentes guerras en las que Serbia se ha visto involucrada desde entonces han hecho imposible finalizarla en menos tiempo). El interior de la iglesia es un placer para la vista, llena de adornos de oro y pinturas increíblemente detalladas. Se dice que puede albergar a más de 10.000 personas.
3. Barrio de Skadarlija
Muy cerca del centro de la ciudad se ubica este barrio alegre y bohemio de bonitas calles empedradas, repleto de restaurantes tradicionales ambientados con música balcánica en directo. Puede parecer una "turistada", pero creednos que merece la pena darse un paseo. Restaurantes como Tri Šešira o Šesir Moj son paradas casi obligadas para pasar un buen rato, comer rico y disfrutar del ambiente serbio más puro. Os recomendamos recorrer el barrio al atardecer y cenar por allí para maximizar el disfrute.
4. Mercado de Zeleni Venac
Uno de los mercados más grandes y auténticos que hemos podido conocer de todos nuestros viajes a los Balcanes. Aquí podréis probar productos locales in situ, comprar fruta fresca muy sabrosa, dulces, bureks y casi cualquier cosa que se os ocurra. Además, es un buen lugar para ver la vida cotidiana de los habitantes de Belgrado. Por si aún no os habíais dado cuenta, sí, ¡nos encantan los mercados!
5. Plaza de la República
No destaca por su belleza, pero es una de las plazas más importantes de la capital, punto principal de encuentro, y además donde suelen comenzar la mayoría de Freetours. Tampoco es que seamos grandísimos fans, pero el Freetour de Belgrado nos gustó especialmente y fue muy útil para conocer un poco sobro la turbulenta e interesantísima historia de Serbia y las antiguas repúblicas yugoslavas. En la Plaza de la República encontraréis varios monumentos importantes como la Torre del Reloj, la Fuente del Pescador y el Teatro Nacional.
6. Museo de Nikola Tesla
Si os gustan los museos, la ciencia y la historia, sin duda este es vuestro lugar. El Museo de Nikola Tesla está dedicado al famoso inventor nacido en Croacia, pero del que los serbios reivindican su nacionalidad. Es el mejor lugar para aprender y revivir la vida del gran inventor.
7. Parque Tašmajdan
Este céntrico parque, además de albergar la preciosa Iglesia de San Marcos, ofrece un remanso de paz en medio de las anchas avenidas belgradenses. Cerca del parque Tašmajdan, a un par de manzanas, encontraréis las ruinas del famoso edificio de la Televisión Nacional Serbia, que sigue manteniendo el estado original en el que quedó después del bombardeo de la OTAN durante la Guerra de los Balcanes. Es un lugar interesante que hace reflexionar sobre los problemas relativamente recientes sufridos en nuestro propio continente.
8. Avenida Knez Mihailova
Esta es la arteria comercial de Belgrado, una elegantísima avenida peatonal que llega hasta las puertas del parque de la Fortaleza Kalemegdan y que suele estar repleta de espectáculos, tiendas de todo tipo y modernas cafeterías. Seguramente la cruzaréis en más de una ocasión cuando visitéis la capital serbia, por lo que aprenderos bien su nombre.
9. Dorćol, el barrio de moda
Hemos de decir que Dorćol nos sorprendió gratamente, no solo por sus bonitas calles tranquilas y residenciales, sino por su oferta gastronómica amplia y original. Restaurantes como Smokvica o el enorme bar-restaurante Blaznavac harán que queráis regresar a Belgrado sí o sí. No son lugares especialmente baratos (quizá menos de lo que pensábamos), pero puede que la ocasión lo merezca.
10. Baloncesto en el Stark Arena
El Stark Arena es el pabellón de baloncesto y recinto deportivo más grande de toda Europa. En Serbia, como buen país balcánico, el baloncesto no es solo un deporte; es una religión, una forma de vida. Actualmente, esa es la pista en la que el Partizan disputa sus partidos, aunque el Crvena Zvzda (Estrella Roja) también suele utilizarlo en los partidos de Euroliga. Si tenéis la oportunidad, os recomendamos que probéis la sensación de botar con 20.000 personas al unísono. ¡No os arrepentiréis! Además, el recinto también se utiliza para conciertos, ferias y otro tipo de eventos multitudinarios.
11. Zemun
Se trata de un pequeño municipio al oeste de Belgrado, ubicado a unos 10 km del centro de la ciudad. Es conocido por la mezcla de entorno rural con lo bohemio. Además de su bonito casco histórico, las vistas hacia el Danubio son magníficas, por lo que, si tenéis tiempo suficiente, no dejéis de visitarlo y de dar un estupendo paseo a orillas de uno de los ríos más importantes de Europa.