Lo que no os podéis perder si visitáis Serbia

Serbia es un destino poco explorado por el turismo de masas lleno de historia, naturaleza y cultura. Con un pasado dirigiendo la antigua Yugoslavia, nos parece un destino ideal para visitar en Europa: precios razonables, ciudades animadas y que ofrecen gran patrimonio, y una gastronomía y naturaleza aún no muy exploradas.

SERBIA

1. La vibrante Belgrado

La capital de Serbia es una ciudad que nos encanta, llena de vida, historia y contrastes. Aquí se encuentra la Fortaleza de Kalemegdan, un sitio emblemático donde el Danubio se topa con el río Sava, y es ideal para dar buenos paseos con vistas panorámicas. En Belgrado, también destaca la animada vida nocturna, especialmente, en el barrio de Savamala y la calle peatonal Knez Mihailova, que está llena de tiendas y cafeterías. Si queréis descubrir Belgrado con calma y disfrutar de sus mejores lugares, os dejamos nuestro artículo de esta infravalorada capital.

3. Montañas de Zlatibor, la naturaleza en estado puro

Zlatibor es una de las principales zonas turísticas de Serbia, conocida por su naturaleza virgen con extensos prados verdes y paisajes montañosos. Este tranquilo paraje ofrece una amplia oferta de actividades al aire libre, desde senderismo y esquí en invierno, hasta realizar visitas a pueblos tradicionales donde se puede experimentar la cultura serbia más auténtica.

2. Novi Sad, la capital cultural

La segunda ciudad más importante del país es conocida, principalmente, por su belleza arquitectónica y su relajado ambiente joven. La imponente Fortaleza de Petrovaradin, situada en una colina a orillas del Danubio, ofrece unas vistas impresionantes de la ciudad y del entorno natural. Novi Sad también es conocida internacionalmente por el festival de música EXIT, uno de los eventos más grandes de este tipo en Europa hoy en día. Esta hermosa ciudad es un centro de cultura muy influyente que combina lo tradicional con lo moderno de una forma espectacular, además de rebosar vida por todas las esquinas y estar llena de estudiantes y de gente joven. Merece la pena dedicarle al menos 1 día, ¡a nosotros nos sorprendió muy gratamente! Pronto publicaremos un post sobre Novi Sad.

4. Monasterios en el Parque Nacional de Fruska Gora 

Ubicada en Voivodina, no muy lejos de Belgrado, Fruška Gora es una de las joyas naturales y culturales del país, a pesar de ser una de región muy poco visitada comparando con otro destinos turísticos europeos. Las colinas están cubiertas de bosques espesos, viñedos y praderas, y es conocida por los serbios como la "Montaña Sagrada". Su área se extiende a lo largo de 80 kilómetros y es el parque nacional más antiguo de Serbia, concretamente, desde 1960. Tiene una combinación perfecta de belleza natural y patrimonio cultural, lo que la convierte en una parada imprescindible en cualquier itinerario por el país y un lugar perfecto para hacer senderismo.

Otro de los principales atractivos de Fruška Gora son sus impresionantes monasterios ortodoxos serbios, que datan de entre los siglos XV y XVIII, y tienen una gran importancia histórica y espiritual. Fueron construidos como refugio y centro de resistencia cultural de la región durante la invasión del Imperio Otomano, y hoy en día, representan un testimonio vivo de la herencia religiosa de Serbia. De los más de treinta monasterios que existían en el pasado, se conservan alrededor de dieciséis, muchos de ellos ha tenido que ser restaurados. Os indicamos nuestros preferidos (en los nombres de cada uno dejamos el enlace a su ubicación exacta):

5. Parque Nacional de Đerdap (Puertas de Hierro)

Se trata de una maravilla natural y arqueológica de Serbia. Este parque nacional que bordea el río Danubio alberga el impresionante desfiladero de Đerdap, conocido como las "Puertas de Hierro". Es uno de los cañones más grandes y profundos de toda Europa, donde se encuentra el yacimiento arqueológico de Lepenski Vir, los restos de una de las civilizaciones más antiguas del continente. Además, el parque nacional limita la frontera entre Serbia y Rumanía gracias al Danubio y, justo a orillas de este, está ubicada la impresionante fortaleza de Golubac, de la que hablaremos más tarde.

Monasterio de Novo Hopovo

Construido en el siglo XVI, el monasterio de Novo Hopovo es famoso por su impresionante iglesia con cúpula y sus valiosos frescos que datan del siglo XVII. Su arquitectura refleja una mezcla de estilos bizantinos y renacentistas, y es considerado uno de los monasterios más importantes de la región.

Monasterio de Jazak

Fundado en 1736, es uno de los más destacados gracias a su iglesia dedicada a la Ascensión de la Virgen María, la cual es un magnífico ejemplo de la arquitectura barroca serbia. Este monasterio es famoso por haber sido el lugar donde se trasladaron los restos del emperador serbio Stefan Uroš V. A lo largo de los siglos, ha sido restaurado en numerosas ocasiones y, hoy en día, es un importante centro espiritual y turístico en Serbia.

Monasterio de Vrdnik-Ravanica

Este monasterio es conocido por ser el hogar de las reliquias de San Lázaro, un príncipe serbio del siglo XIV y héroe nacional. Es el primero que visitaréis si llegáis en transporte público desde Novi Sad, ya que se encuentra en el centro del pueblo de Vrdnik. Su iglesia tiene una arquitectura barroca y es un lugar de gran devoción para los serbios ortodoxos.

Asimismo, Fruška Gora no solo es famosa por sus monasterios, sino también por su tradición vinícola y gastronómica. Esta región es conocida por producir algunos de los mejores vinos de Serbia, gracias a su suelo fértil y su clima favorable. Los viñedos que rodean estas montañas producen variedades como el Riesling (también muy popular en ciertas regiones de Alemania y Francia) y el Bermet. Fue aquí donde comimos en el mejor restaurante del viaje: Vinska Kuca Kovacevic, un precioso recinto preparado para grandes eventos en el que probamos preparaciones serbias deliciosas y con una atención de diez.

6. Sremski Karlovci, centro del vino y del barroco

A tan solo unos kilómetros de Novi Sad, se encuentra esta pequeña localidad que ha adquirido fama por su excelente producción vinícola, especialmente del tipo bermet, un vino especiado autóctono. Sremski Karlovci está repleta de edificios barrocos y palacios, y es ideal para una escapada tranquila desde la gran ciudad. Además, alberga algunos de los seminarios más antiguos de Serbia, por lo que si sois muy religiosos, este lugar os encantará.

A herd of cattle standing on top of a lush green field
A herd of cattle standing on top of a lush green field

7. Subotica, la ciudad más coqueta

Junto a la frontera con Hungría, en el extremo norte de Serbia, Subotica es conocida por su arquitectura de estilo Art Nouveau, con edificios coloridos y ornamentados que le dan un aire muy especial. Se podría decir que es la ciudad más bella del país, pero realmente no es la más interesante ni la más animada. Eso sí, en Subotica encontraréis una mezcla muy particular de la cultura y la gastronomía serbia con la húngara que resulta bastante sorprendente. Cerca de la ciudad, se encuentra el Lago Palić, un destino vacacional con hermosos parques y baños termales, ideal para disfrutar en verano.

8. Fortaleza de Golubac, la guardiana del Danubio

Esta fortaleza es, sin duda, la más impresionante de Serbia, gracias a su ubicación estratégica a orillas del río Danubio justo en la entrada al desfiladero de Đerdap. Con sus torres perfectamente restauradas, sus enormes muros de piedra y las estancias interiores que muestran exhibiciones de la historia y del pasado medieval serbio, Golubac es una visita obligada en cualquier recorrido por el país balcánico. Os recomendamos que le dediquéis un día a esta preciosa zona y paséis la noche en el pueblo de Golubac, para disfrutar de su paseo por el Danubio al atardecer y terminar con una cena en el Restaurante Vilin Konjic, uno de los mejores del viaje.

9. Drvengrad y el tren Šargan Eight

Drvengrad es un pueblo etnográfico construido por el famoso director serbio Emir Kusturica para su película "La vida es un milagro". El pueblo está lleno de encantadoras casas de madera y es una recreación de un asentamiento tradicional serbio. Cerca de aquí se puede tomar el tren Šargan Eight, una histórica línea ferroviaria en forma de "ocho" que ofrece unas vistas impresionantes de las montañas de la región.

10. Niš, la ciudad histórica

Niš es una de las ciudades más antiguas de Europa y el lugar de nacimiento del archiconocido emperador Constantino el Grande. Es una visita muy recomendable para un día; destacan la Torre de los Cráneos o Ćele Kula, un monumento macabro erigido por los otomanos, y la fortaleza de Niš, que es testimonio de las épocas de dominación romana y otomana en la región.