Conociendo Jeddah, la joya del Mar Rojo
Jeddah es una ciudad llena de contrastes que combina su rica historia con el dinamismo de una ciudad cada vez más moderna. Conocida como la Puerta de La Meca, es el lugar de entrada perfecto a Arabia Saudí y un punto ideal para organizar desde allí vuestro tour por el país.
ARABIA SAUDÍ


Pese a su bullicio constante y denso tráfico, Jeddah nos conquistó desde el primer momento. Esta ciudad es mucho más que su ubicación estratégica cercana a la ciudad santa de La Meca: es un crisol de culturas, una mezcla de modernidad y tradición, y un destino donde el arte, la historia y el Mar Rojo se combinan a la perfección.
Si estáis pensando en visitarla, os dejamos por aquí algunos consejos útiles para planificar vuestra visita a Jeddah y también nuestro itinerario sugerido por el país. Pese a que no nos lo esperábamos, la ciudad es enorme y está bastante dispersa, por lo que algunas de las atracciones que vamos a recomendar se encuentran algo alejadas. Sin embargo, merece la pena desplazarse y no dejarse nada en el tintero:
Al-Balad, el casco histórico
Pasear por Al-Balad fue como viajar al pasado y reconocemos que hasta se nos escapó alguna lagrimilla al ver semejante espectáculo arquitectónico e histórico en total soledad a primera hora de la mañana. Este barrio fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es un laberinto de calles estrechas, casas tradicionales hechas de coral y madera, y mercados llenos de vida al atardecer. Podéis visitar Beit Nassif, una antigua mansión restaurada que os permitirá entender cómo vivían las familias importantes en el pasado. Además, no os podéis perder el mercado de Al-Alawi, donde podréis comprar especias, telas y recuerdos únicos.
Fuente del Rey Fahd
Esta es la fuente más alta del mundo y uno de los iconos de Jeddah. Verla en funcionamiento al anochecer, con sus luces iluminando el chorro de agua que alcanza los 300 metros de altura, es simplemente espectacular. La mejor forma de disfrutarla es desde la Corniche, donde encontraréis varios puntos perfectos para sentaros y admirarla.
La Corniche de Jeddah
La Corniche es el lugar donde la ciudad se encuentra con el Mar Rojo, y es uno de los sitios que más disfrutamos. Este extenso paseo marítimo está lleno de jardines, esculturas modernas y zonas de descanso. Os recomendamos visitarlo al atardecer para disfrutar de las vistas, el ambiente y de la brisa marina. Nosotros aprovechamos para probar el típico shawarma en uno de los puestos cercanos mientras contemplábamos la puesta de sol y el ir y venir de familiar y gente local paseando.
Museo Tayebat
Este museo fue una grata sorpresa. Alberga una impresionante colección que abarca desde la historia de la península arábiga hasta la rica herencia cultural de la ciudad de Jeddah. Lo que más nos fascinó fue cómo los edificios del museo están diseñados al estilo tradicional del barrio de Al-Balad. Un lugar ideal para aprender sobre la diversidad cultural de Arabia Saudí. Recomendamos dedicarle al menos un par de horas para explorar sus numerosas salas.
Mercado de pescado de Jeddah
Para nosotros, este mercado es una de las experiencias más auténticas y curiosas de la ciudad. Se ubica justo enfrente del barrio de Al-Balad, aunque lo ideal es llegar en coche, pues hay que atravesar varias carreteras. Aquí podréis ver cómo los pescadores locales traen sus capturas frescas del Mar Rojo: desde peces tropicales hasta enormes langostas. Incluso podéis elegir vuestro pescado y pedir que os lo cocinen al momento en los puestos cercanos. Es un lugar enorme lleno de energía y color que no os podéis perder si queréis conectar con la vida local.


















Bonus: excursiones cercanas
Islas Farasan
A pocas horas en barco desde Jeddah, estas islas son un paraíso natural. Playas de arena blanca, aguas cristalinas y una fauna marina espectacular las convierten en un destino perfecto para los amantes de la naturaleza. Lo ideal para visitarlas es bajar en avión o coche hasta Jizan y coger un barco hasta las islas para pasar el día allí.
Wadi Al Disah
Este valle es otro de los lugares que nos quedaron pendientes. Se encuentra a unas horas al norte de Jeddah y es un verdadero oasis en medio del desierto. Cañones, palmeras y pequeños manantiales recorren paisajes únicos por lo que también es un lugar ideal para los amantes del senderismo y la fotografía.
Al-Ula
Aunque queda un poco más lejos y recomendamos ir en avión por un par de días, Al-Ula merece la pena si tenéis tiempo. Es uno de los mayores tesoros históricos de Arabia Saudí y el lugar que más nos cautivó de todo el país. Paisajes espectaculares y sitios arqueológicos como Hegra, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, no podéis dejar de descubrir todos los maravillosos lugares que ofrece. Os dejamos por aquí nuestro artículo sobre Al-Ula.




Mezquita Flotante o Mezquita Al-Rahma
Esta hermosa mezquita blanca parece flotar sobre las aguas del Mar Rojo, al norte de la ciudad, y es uno de los lugares más tranquilos y fotogénicos de Jeddah. La visitamos temprano por la mañana cuando la luz del sol la iluminaba suavemente, y fue una experiencia casi mágica y muy recomendable. Aunque no seáis musulmanes, podéis admirarla desde el exterior y disfrutar del paisaje que la rodea y la paz que transmite. Tened en cuenta que para llegar aquí la mejor opción es coger un Uber ya que se encuentra bastante lejos del centro de la ciudad.


Muelle de Obhur
Situado al norte de la ciudad, este lugar es ideal para una escapada tranquila. El muelle de Obhur es perfecto para disfrutar de un día junto al mar, con opciones para alquilar un barco, practicar deportes acuáticos o simplemente relajaros en una playa privada. Nosotros no llegamos a visitarlo, pero se trata de uno de los lugares más exclusivos de la ciudad y que, poco a poco, va creciendo haciéndose más conocido.





