Lugares de ensueño en Oman

Exótico y fascinante: Omán es un destino que despierta una gran curiosidad debido a su cultura y su historia milenaria. Al país del incienso y de los atardeceres dorados acuden cada vez a más visitantes atraídos por sus oasis únicos, montañas, fortalezas y otras muchas maravillas naturales, así como por su bien conservada tradición.

OMÁN

1. Muscat, la ciudad de los contrastes

La capital de Omán es el principal punto de entrada a este desértica región de la Península Árabe y está ubicada en una franja entre la imponente cordillera de Al Hajar a un lado y el Golfo de Omán al otro. A pesar de que más de la mitad de los 5 millones de habitantes del país viven en Mascate, mantiene un ritmo tranquilo, considerablemente más auténtico y tradicional que en las ciudades de EAU, y es uno de los lugares más bellos del país.

Desde la espectacular Gran Mezquita del Sultán Qaboos, hasta las tiendas de especias y perfumes del Muttrah Souq y el vibrante mercado de pescado de Muttrah, la lista de lugares a visitar es muy amplia y recomendamos dedicarle dos o tres días completos. Aquí os dejamos nuestro itinerario por Muscat. 

3. Nizwa, la ciudad que mantiene sus tradiciones

La segunda ciudad más grande de Omán, que fue capital en los siglos VI y VII, es una visita imprescindible y tiene un aire considerablemente más tradicional que Muscat. Rodeada de montañas y palmerales, su monumento principal es el Fuerte Nizwa, pero indudablemente, la mejor experiencia es el mercado de animales de cada viernes por la mañana. Es un paraíso tanto para los compradores, como para los turistas y, especialmente, los amantes de la fotografía. Callejear por el casco antiguo de Nizwa es un viaje al pasado, y a pesar de ser uno de los lugares más turísticos del país, conserva gran parte de su magia.

2. Wadis, los oasis de Omán

Un "wadi" es un barranco largo y estrecho que canaliza el agua desde las montañas hasta las zonas bajas. Los wadis vienen en todas las formas y tamaños; algunos están completamente secos durante la temporada de lluvias, otros tienen una piscina permanente de agua perfecta para nadar y son como un oasis en el desierto.

Omán destaca por la belleza de sus wadis, y de todos ellos, nuestros preferidos son Wadi Bani Khalid y Wadi Ash Shab que, además, son los más accesibles (se puede llegar en un coche que no sea 4x4). Wadi Bani Khalid está compuesto por una serie de piscinas de color esmeralda y turquesa que ascienden a través de una profunda grieta en la montaña, mientras que en Wadi Shab hay que hacer una caminata por un imponente desfiladero y atravesar una zona de nado, hasta llegar a una pequeña cueva a la que se puede entrar. Tenemos pendiente escribir un artículo con más información sobre los wadis.

Cerca de Wadi Ash Shab se encuentra el sumidero Bimmah, una depresión natural en la tierra con un lago turquesa en el fondo que es ideal para refrescarse.

4. Fortalezas y castillos

Se cuentan más de 500 fortalezas, castillos y torres esparcidos por el Sultanato de Omán, algunos en bastante mal estado, pero otros cuidadosamente restaurados hasta la perfección. Los más destacables son el Fuerte Nizwa, que se encuentra en el centro de la ciudad y alberga la hermosa cúpula de la Mezquita Al Qala'a. Otro a destacar es el Fuerte de Bahla que domina completamente el increíble paisaje de colinas, plantaciones de palmeras y pueblos de adobe; y por último, el Fuerte Jabrin, ubicado a tan sólo 10 kilómetros de Bahla, rodeado también de palmeras datileras y con las imponentes montañas de fondo.

Otras fortalezas preciosas y bien conservadas son las de Al-Hazm, Rustaq y Nakhal, ubicadas relativamente cerca entre sí y de Muscat.

6. Montañas impresionantes

El pico más alto de las montañas Jebel Akhdar (parte occidental de la cadena montañosa Hajar) es Jebel Shams que, con una altitud que supera los 3.000 metros, son las más altas del país. Desde aquí, el paisaje del "Gran Cañón de Omán" es uno de los más impresionantes del viaje y no debe perderse. En Omán hay un gran número de senderos en distintas zonas de las montañas Jebel Akhdar, algunas relativamente accesibles, pero otras mucho más apartadas y para las que hace falta un coche 4x4. Si conseguís llegar al remoto pueblo Bald Sayt, habréis conocido una de las regiones más autenticas del país. Para más información pronto podréis consultar el articulo sobre las montañas en Omán.

5. Al Hamra y Misfah al Abryeen, los pueblos con más encanto

Ubicado a los pies de las montañas, Misfah al Abryeen es un pueblo omaní tradicional con casas de adobe construidas sobre enormes rocas. Es uno de los pueblos más antiguos de Omán, donde la belleza natural y la elegancia cultural se combinan a la perfección. Merece la pena perderse por sus falaj (una red de antiguos canales que suministran agua a las plantaciones).

En la parte baja del valle se encuentra Al Hamra, un municipio completamente inmerso en una exuberante plantación, ideal para alojarse una noche y hacer excursiones a los alrededores, como ascender a la montaña Jebel Shams.

7. La luz del desierto Wahiba Sands

El desierto de arena más grande de Omán, que se extiende alrededor de 180 kilómetros de norte a sur y 80 kilómetros de oeste a este, cuenta con dunas de hasta 150 metros de altura, distribuidas en corredores. Lleva el nombre de las tribus nómadas beduinas Wahiba y es conocido por su arena de color ámbar tan característica. Trepar a la cima de una duna para ver el atardecer con las impresionantes montañas de fondo es mágico y dormir en uno de los campamentos es una experiencia totalmente imperdible.

8. Sur, una ciudad auténtica

Esta ciudad portuaria a 200 kilómetros de Muscat presume de ambiente relajado y muy poco turístico que la convierten en uno de nuestros lugares favoritos en Omán. Sur es un mar de casas blancas que se combinan con las formaciones rocosas del entorno y la preciosa bahía en la que perduran algunos dhows de madera. La luz del atardecer reflejada sobre el agua mientras las tradicionales familias acuden a la llamada de la oración, hacen que la visita a esta pintoresca ciudad sea uno de los momentos más especiales del viaje.

9. Fiordos de Musandam y costa de Omán

Este paisaje que recuerda a los países nórdicos es una de las maravillas naturales de Omán y está formado por los innumerables fiordos que se pliegan a lo largo de la costa norte del país. Para llegar a esta remota península próxima a los Emiratos Árabes Unidos, se puede conducir desde Mascate o Dubái, o volar al aeropuerto de Khasab. Sin embargo, la mejor forma de explorar los fiordos es en barco que permiten disfrutar de actividades como buceo, snorkel y avistamiento de delfines. Esto lo dejamos para nuestra siguiente visita a Omán.

10. Salalah, lo más verde

Por último, situada en el extremo sur del país a unos 1000 kilómetros de Muscat, esta región tiene un clima y una topografía muy diferentes a los de la parte norte de Omán. En Salalah el suelo es verde, muy fértil y abundan las plantaciones tropicales gracias a las potentes lluvias de la temporada monzónica. A lo largo de su costa se pueden visitar playas vírgenes, la histórica ciudad de Taqah y el Castillo de Taqah. Mientras que en el interior, destacan el Wadi Darbat y los preciosos bosques de baobabs.