Bosnia-Herzegovina

Mezcla de culturas en el corazón balcánico

Bosnia-Herzegovina es un país que hemos visitado en varias ocasiones y nos ha hecho enamorarnos de él en todas ellas. Ubicado en el sureste de Europa en la península de los Balcanes, es un país con una historia compleja pero apasionante y una belleza natural impresionante, al margen del turismo de masa. Después de la disolución de Yugoslavia en la década de 1990, el país se convirtió en un estado independiente y avanza poco a poco hacia un futuro alejado de dolorosas guerras y conflictos.

Nuestros destacables de Bosnia para ir abriendo boca son los siguientes:

Diversidad Étnica y Religiosa: es un crisol de culturas, con una población diversa compuesta principalmente por bosnios musulmanes, serbios ortodoxos y croatas católicos. Esta diversidad se refleja en la arquitectura, la comida y las tradiciones del país.
Sarajevo: la capital, es una ciudad fascinante que ha sido testigo de diversos acontecimientos históricos. Es conocida por su mezcla única de culturas y religiones, evidente en sus mezquitas, iglesias y sinagogas. Además, Sarajevo fue el escenario del asesinato del archiduque Francisco Fernando en 1914, evento que desencadenó la Primera Guerra Mundial.
Stari Most: El Puente Viejo de Mostar, un puente otomano del siglo XVI sobre el río Neretva, es uno de los símbolos más emblemáticos de Bosnia-Herzegovina. Aunque fue destruido durante la guerra en la década de 1990, fue reconstruido y ahora es un sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Naturaleza: El país está lleno de una belleza natural extraordinaria, que incluye montañas preciosas, ríos cristalinos y parques nacionales como el Parque Nacional Una y el Parque Nacional Sutjeska.
Su deliciosa gastronomía: La cocina de Bosnia y Herzegovina es riquísima y variada, influenciada por la cocina otomana, mediterránea y centroeuropea. Platos tradicionales como el cevapi (rollos de carne a la parrilla) y el burek (pastel de hojaldre relleno) son muy populares y a nosotros nos chiflan.