Visita a Samarcanda

Indudablemente, es una de las ciudades más atractivas y emblemáticas de Asia Central, y ha sido a lo largo de la historia un influyente cruce de caminos, culturas y religiones. Fue fundada alrededor del siglo VII a.C. y alcanzó su apogeo durante el reinado de Tamerlán en el siglo XIV, cuando se convirtió en un centro próspero de arte, ciencia y arquitectura. Aquí os dejamos nuestras recomendaciones para disfrutar al máximo de Samarcanda.

UZBEKISTÁN

La plaza del Registán

La atracción turística por excelencia del país y de toda Asia Central es, sin duda, la magnífica plaza del Registán, uno de los conjuntos arquitectónicos más fascinantes del mundo. Hasta las diez de la mañana se deja visitar casi en solitario y merece la pena dedicarle al menos un par de horas para disfrutar de la magia que transmite. Asimismo, por la noche no os podéis perder el espectáculo de luces, totalmente gratuito. No tiene un horario especifico y cambia según la época del año. Os recomendamos que preguntéis en vuestro alojamiento el día que estéis visitando Samarcanda. La plaza del Registán está conformada, principalmente, por tres asombrosas madrazas o escuelas islámicas:

  • La madraza de Ulugh Beg: construida en el siglo XV, es la más antigua del Registán y una de las más importantes del país.

  • La madraza de Tilya-Kori: destaca por su preciosa cúpula dorada.

  • La madraza de Sher-Don: a esta del siglo XVII, es afamada por las pinturas de dos tigres en la parte alta, que son un símbolo de la ciudad de Samarcanda. Para nosotros es la más impresionante de todas y alberga una exposición fotográfica del Registán a principios del siglo XX y del arduo proceso de reconstrucción de la plaza que duró varios años.

Mezquita Bibi-Khanym

Amir Timur (el famoso Tamerlán, en español), gran conquistador turcomongol y padre de lo que hoy en día conocemos como Uzbekistán, mandó construir esta gigantesca mezquita, que llegó a ser una de las más grandes del mundo en su época. Se la dedicó a su última mujer, Bibi Khanym, y merece mucho la pena visitarla. Se puede acceder a través de la avenida que une el Registán con el famoso Bazar de Siyob, el principal mercado de la ciudad. Recomendamos ir temprano por la mañana para disfrutar del lugar con poca gente. Pese a estar ultra-reconstruida, sigue siendo muy imponente y  suele estar mucho más tranquila que el Registán.

Mausoleo Gur-e Amir

En este lugar fue enterrado el emperador Amir Timur. Posee una preciosa arquitectura del estilo timúrida, con una brillante cúpula azul de la época en lo alto. De camino desde el Registán y la mezquita de Bibi-Khanym, pasaréis frente a la escultura dedicada a los tigres de Samarcanda para llegar a este mausoleo, un auténtico símbolo del dominio timúrida del siglo XIV.  Al igual que los dos monumentos anteriores, es de pago, aunque la entrada es muy económica.

Mausoleo y Mezquita Hazrat Khizr

Continuando por el Bazar Siyob y tras cruzar un puente peatonal, se accede a esta fotogénica mezquita, levantada en honor al primer presidente de Uzbekistán, Islam Karimov (1990-2016), y en la que guarda sepultura su cuerpo. Se percibe que es un lugar importante de peregrinación nacional, ya que se crea un ambiente casi místico que os recomendamos experimentar. Cada diez minutos un imán (el líder musulmán) reza por la muerte del primer presidente. Además, es una de las mezquitas más hermosas, sus techos están decorados con preciosas pinturas y las vistas desde el balcón hacia la ciudad vieja de Samarcanda son de postal. ¡La entrada es gratuita!

Necrópolis de Shah-i-Zinda

Desde la increíble mezquita recién mencionada, bajando por la calle colindante a unos cuatro cientos metros de distancia, se encuentra la necrópolis Sha-i-Zinda. Es un conjunto de mausoleos de los personajes más ilustres de la historia de Samarcanda que datan desde el siglo XI hasta el XIX. Cuentan con una amplia variedad de estilos arquitectónicos, repletos de azulejos y pinturas, y se considera otro lugar de peregrinación para los uzbekos. El lugar es realmente bonito, pero suele estar demasiado concurrido por nacionales, incluyendo una sorprendente cantidad de excursiones escolares. Recomendamos que os acerquéis a las 9 en punto, justo para la hora de apertura.

Observatorio de Ulugh Beg

Ulugh Beg, además de ser nieto de Tamerlán, fue uno de los astrónomos más relevantes de la historia del país y líder del Imperio Timúrida por un breve lapso de tiempo. Construyó este observatorio en el siglo XV y, pese a estar prácticamente en ruinas, sigue considerándose un lugar importante dentro de la historia de la astronomía. Sinceramente, nos parece que a no ser que os interese mucho este tema, es una visita que se puede omitir.

El Bazar Siyob

Durante nuestra estancia de varios días en Samarcanda, el Bazar Siyob se convirtió en una parada reiterada para comprar el delicioso pan uzbeco, fresas y cerezas, incluso encontramos algún souvenir muy original. Es un mercado grande en el que tendréis la posibilidad de vivir de primera mano la vida local, comprar productos frescos y probar los mejores pilav de la ciudad (plato nacional de arroz con grasa y carne de cordero y caballo). El mercado se encuentra en pleno centro, junto a la mezquita de Bibi-Khanym.

La Ciudad Nueva

Una gran parte de Samarcanda es conocida como la Ciudad Nueva, que se ha convertido en una enorme urbe de más de medio millón de habitantes. Aparte de los monumentos históricos recién mencionados, destacan el Boulevard y el Parque Central, dos zonas verdes bastante agradables para pasear, o tomar una cerveza y cenar en algún restaurante de sus inmediaciones. La mayoría de los turistas se pierden esta parte "nueva" de Samarcanda, que es en realidad la más auténtica y donde los habitantes hacen vida y disfrutan de su tiempo libre. Es una zona relativamente animada para los estándares de Uzbekistán, y está llena de jóvenes que acuden a alguna de las universidades de la zona.

El nivel de vida en Samarcanda es llamativamente superior al del resto del país, y la ciudad cuenta con grandes avenidas bien asfaltadas, parques llenos de gente y algunos restaurantes modernos, con un hábito más extendido servir alcohol. Recomendamos varios establecimientos en la Ciudad Nueva: Blues Bar para tomar cerveza local y de importación a muy buen precio, acompañadas de exquisitos platos estilo pub o uzbecos; Alt Stadt, que tienen un espacio al aire libre gigante para tomar cerveza a 1€; o el maravilloso Restaurante Karimbek, siempre lleno de gente local de clase media-alta y donde se pueden degustar la preparaciones uzbecas deliciosas.

El Silk Road Samarkand

Se trata de la última megaconstrucción de Samarcanda, el culmen del esperpento uzbeko. En la línea del exageradamente decorado y moderno aeropuerto, se ha edificado en las afueras de la ciudad este gigantesco complejo hotelero. También cuenta con una réplica del Casco Antiguo de Samarcanda, un descomunal lago artificial con espectáculo de luces nocturno e infinidad de restaurantes y tiendas donde se pretende que los turistas vayan a comprar y descubrir una zona más moderna de la ciudad. Si no tenéis demasiado tiempo no os preocupéis, no es ni mucho menos una visita obligada.

Excursiones a las montañas y a las ciudades de Shahrisabz o Urgut

Estas excursiones son bastante complicadas de hacer por vuestra cuenta, debido a que para los uzbekos es imposible de entender que exista ese tipo de turismo. Normalmente, ofrecen excursiones organizadas de un día y es muy difícil conseguir información acerca de los medios de transporte necesarios para ir por libre.

De hecho, nosotros tras preguntar a varias personas locales cómo podíamos llegar a Shahrisabz y no obtener respuesta, desistimos y no visitamos esta región del sur de Uzbekistán. La ciudad, famosa por ser el lugar de nacimiento de Tamerlán, es Patrimonio Mundial por la UNESCO y contiene las ruinas del espléndido Palacio Ak-Saray. Actualmente, no hay ningún tren (antes existía la línea Taskent-Samarcanda-Shakribaz que dejaba en la estación del cercano pueblo Kitob, y de ahí, había que coger un taxi hasta Shakribaz); sin embargo, es posible llegar utilizando varias marshrutkas (los típicos mini-buses de países ex-USSR). Según la Guía Bradt, las marshrutkas salen desde la plaza del Registán, y también hay algunos autobuses más grandes hasta Kitob, que parten desde la alejada estación de autobuses, junto al aeropuerto. Nuestro plan inicial era pasar una noche en uno de los escasos alojamientos de Shahrisabz, para apreciar mejor la realidad de una ciudad considerablemente menos turística que el resto de las que habíamos visitado.

Por otro lado, las excursiones de día no son caras, pero solo conceden dos o tres horas para recorrer Shahrisabz. Varias personas nos ofrecieron la misma excursión desde los 40$ hasta los 75$, incluso por más de 100$. Todas empiezan en torno a las 9:00 y regresan a las 17:00, haciendo alguna parada en la región montañosa de camino para contemplar las vistas.

Otra excursión desde Samarcanda es visitar Urgut, una ciudad pequeña a tan solo una hora en coche, pero que no tiene tanto interés como Shahrisabz. La información sobre esta ciudad es muy escasa, pero supuestamente cuenta con un mercado local muy autentico y sirve de entrada a la región montañosa del sureste del país (frontera con Tayikistán).

Por ultimo, hacer algún trekking por libre en las montañas del sur de Uzbekistán (y nos atreveríamos a decir que en todo el país), es aún más complicado. Además de no cruzarse con ningún otro extranjero, no hay absolutamente nada de información en internet, ni tampoco en las mejores guías como la Bradt. Si queréis hacer alguna ruta de montaña, contad con que es necesario contratar un tour desde Samarcanda, o al menos un guía, que os pueda llevar.