Nuestra guía para conocer el Eje Cafetero

El Eje Cafetero es una región llena de paisajes espectaculares, cafetales interminables y pueblos con un encanto inigualable. Pese a que la zona se ha vuelto muy turística en los últimos tiempos, es una de las experiencias obligatorias en Colombia. En esta mini-guía os compartimos nuestras mejores recomendaciones para que podáis disfrutar de esta joya en tres días inolvidables.

COLOMBIA

La mejor manera de llegar al Eje Cafetero desde Bogotá o Medellín es en avión hasta el aeropuerto de Pereira, la ciudad más cercana con aeropuerto. Avianca opera vuelos habitualmente entre estas ciudades y los precios son bastante económicos, por lo que de esta forma os podéis evitar un trayecto interminable en autobús. Desde Pereira podréis coger un autobús que os lleve a Salento, que consideramos que es la base ideal para recorrer la región desde nuestra experiencia. Este trayecto dura aproximadamente 1 hora y es la opción más cómoda y rápida.

Como decimos, también existe la posibilidad de viajar en autobús directamente desde Medellín o Bogotá, pero el trayecto es mucho más largo y pesado, de entre 6 y 8 horas. En Colombia la mejor opción para cubrir rutas largas siempre es el avión. Si queréis profundizar en esto, os dejamos el enlace donde encontraréis más información para planificar vuestro viaje por el país.

Organizando la visita

La mejor época para visitar el Eje Cafetero es durante la temporada seca, de diciembre a marzo y de julio a septiembre, cuando las lluvias son menos frecuentes. Salento es muy turístico, así que hay que reservar el alojamiento con antelación, especialmente si vais en temporada alta. Nuestra opción fue el Hostal Bamboo, un lugar de ensueño algo apartado del centro y con unas vistas espectaculares al valle, además de ofrecer una relación calidad-precio insuperable. También es importante llevar ropa cómoda y sobre todo resistente al agua, ya que el clima puede ser impredecible. En los 3 días enteros que estuvimos nos llovió cada día, aunque fuera un rato. Es muy importante tener esto en cuenta.

Algunas cosas que debéis probar sí o sí: una bandeja paisa, sin duda uno de los platos más típicos del país y que se come mucho en esta zona y disfrutar del café local en todas sus variedades. Tampoco os podéis ir sin probar un jugo natural en alguno de los cafés de Salento. La variedad de frutas en Colombia hace que cada jugo sea una explosión de sabor y la verdad es que se convirtieron en toda una rutina en nuestro largo viaje por el país. Si disponéis de más días, también es recomendable explorar otros destinos cercanos como Pijao o Buenavista, dos pueblos cafeteros menos turísticos pero con paisajes increíbles.

Día 2: paseo a caballo y Filandia

La mañana del segundo día es ideal para hacer una excursión a caballo por los alrededores de Salento. Una de las mejores rutas os llevará hasta la Cascada Santa Rita, un paraje espectacular escondido en medio de la naturaleza. No teníamos pensado hacer la excursión antes de llegar al pueblo, pero acabó siendo una de las mejores experiencias del viaje. La excursión dura entre 2 y 3 horas, y se puede reservar a través de la mayoría de los alojamientos o en agencias locales en el propio pueblo. No es muy cara y os la recomendamos muchísimo. 

Día 1: Valle de Cocora y Salento

Si hay un lugar que representa la esencia del Eje Cafetero, ese es el Valle de Cocora. Para llegar, la mejor opción es salir desde Salento en los tradicionales jeeps Willy, que parten desde la plaza central en esta ubicación y tardan unos 30 minutos en llegar al valle. Os recomendamos salir temprano para aprovechar el día y evitar las horas de mayor afluencia de turistas.

Una vez en el Valle de Cocora, podréis hacer una ruta de senderismo de unas 4-5 horas que os llevará entre colinas verdes y las famosas palmas de cera, los árboles más altos de Colombia y un verdadero símbolo del país. Tenemos pendiente de publicar próximamente un artículo con todo lo que hay que visitar en el precioso valle. Si preferís una experiencia más relajada, también podéis disfrutar del paisaje sin necesidad de hacer la caminata completa, pero nosotros os sugerimos que la hagáis sí o sí. Merece muchísimo la pena. Para un descanso con vistas, podéis parar en La Finca La Montaña, donde sirven café y jugos naturales.

Día 3: tour del café en una hacienda típica

No se puede visitar el Eje Cafetero sin aprender sobre su producto estrella: el café. Para el tercer día, os recomendamos realizar un tour de café en una hacienda, donde podréis conocer todo el proceso de cultivo, recolección y tostado de los granos.

Nuestra opción recomendada es la Finca El Ocaso Salento, pero hay muchas haciendas en la zona que ofrecen visitas guiadas muy completas. Durante la experiencia, además de recorrer los cafetales, recoger algunos granos y degustar diferentes variedades de café, aprendimos a distinguir sus matices y aromas. Fue una experiencia muy enriquecedora. Además, en El Ocaso, podéis tomaros un rico café al acabar el tour rodeados de cafetales con una de las mejores vistas de todo el valle.

Tras el tour, si todavía os queda un poco de tiempo antes de seguir con vuestro viaje, podréis dar un último paseo por Salento, comprar artesanía local o simplemente relajaros con un buen café disfrutando del ambiente del pueblo. Si queréis planificar vuestro siguiente destino en Colombia, os recomendamos nuestro itinerario sugerido que os dejamos por aquí.

Por la tarde, os recomendamos visitar Filandia, un pueblecito con un encanto similar al de Salento, pero mucho más tranquilo y menos turístico. Desde Salento se llega en unos 40 minutos en coche o en autobús desde la plaza del pueblo. Lo primero que debéis hacer es subir al Mirador de Filandia o Colina Iluminada, una torre de madera desde donde podréis contemplar una panorámica espectacular de la región cafetera. Os dejamos por aquí la ubicación exacta. Después, os recomendamos simplemente pasear por el pueblo y disfrutar de su arquitectura colonial. Tomarse un café en la plaza central es una parada obligatoria para sentir la esencia del lugar y degustar uno de los mejores cafés del mundo en su entorno más auténtico, rodeados de señores cafeteros con sus sombreros charlando tranquilamente.

Para comer, merendar o cenar en el centro de Filandia encontraréis plazoletas y calles con numerosos restaurantes tradicionales y todo tipo de cafeterías. Aprovechad para probar todo lo que podáis y descubrir lo típico de cada lugar que visitéis. A nosotros no hay nada que nos guste más que empaparnos de las tradiciones del lugar y probar la gastronomía de cada sitio.

De vuelta en Salento, explorad sus coloridas calles llenas de balcones floridos y tiendas de artesanía. No olvidéis subir al Mirador Alto de la Cruz, que ofrece la vista más espectacular del pueblo y del valle. Para una experiencia auténtica, visitad el Bar Billares y Tejo Danubio, uno de los bares más típicos e históricos del Eje Cafetero, donde podréis jugar al tejo, que es un deporte tradicional colombiano (una especie de juego de la toca), mientras os tomáis una cerveza local y os empapáis del ambiente más auténtico del pueblo.

Para cenar, es el momento perfecto para probar la bandeja paisa, el plato más típico de la región, con frijoles, carne, arroz, huevo y aguacate, o alguno de los ricos platos que se preparan en la zona. Una opción excelente es cenar en el restaurante familiar Acaime, muy cerquita del hostal, donde la comida es espectacular y el ambiente perfecto para relajarse tras un intenso día de exploración. Sin duda, nuestro lugar favorito en Salento.