Los imperdibles de Utrecht

Es conocida como “la pequeña Ámsterdam” por la similitud entre ambas ciudades, aunque después de haberla visitado, realmente no tienen tanto en común. Utrecht es mucho más pequeña que la capital del país y, en general, un día sería suficiente para visitar sus principales atractivos. Pero si queréis tener una experiencia más completa, os recomendamos pasar 2 días enteros en la ciudad conociendo sus maravillas:

1. Castillo de Haar

Es uno de los castillos más impresionantes y mejor conservados de los Países Bajos, situado a unos 20 minutos en coche de Utrecht. Este majestuoso castillo, rodeado de hermosos jardines y un foso, es un destacado ejemplo de la arquitectura neogótica y tiene una rica historia que se remonta al siglo XIV. Originalmente construido como una fortaleza, el castillo fue destruido y reconstruido varias veces a lo largo de los siglos. La versión actual fue diseñada por el arquitecto Pierre Cuypers en el siglo XIX, quien se encargó de restaurar y ampliar el castillo, dándole su apariencia romántica actual. Es un destino ideal para una excursión de medio día desde Utrecht, pero tened en cuenta que la entrada cuesta 19€.

3. Canal Oudergracht

Es el más emblemático y concurrido de la ciudad. No hay rincón de este canal que dejaríamos sin fotografiar, especialmente el Puente Gaardbrug, uno de los más bellos de Utrecht. Recorrer Oudegracht es una experiencia encantadora, ya sea caminando, en bicicleta o desde el agua en una barca. Su ruta atraviesa el centro histórico de la ciudad y está flanqueada por edificios antiguos, puentes antiguos y frondosos árboles.

A diferencia de los canales de otras ciudades del país, Oudegracht tiene un diseño único: cuenta con un nivel inferior de muelles y terrazas junto a la orilla. En la época medieval, había almacenes y bodegas casi al nivel del agua, mientras que hoy en día, se han transformado en cafés, restaurantes y galerías, lo que le da al canal un ambiente animado y muy especial.

2. Catedral de San Martín

La Catedral de San Martín (o Domkerk en neerlandés) es uno de los edificios más importantes de Utrecht y de los Países Bajos. Construida en estilo gótico, es conocida por su impresionante arquitectura y su historia que se remonta al siglo XIII. Originalmente formaba parte de un gran complejo eclesiástico, pero una tormenta en 1674 destruyó la nave que conectaba la torre con el resto de la iglesia, dejando la torre Dom separada, como se ve hoy en día.

Torre de la catedral de Utrecht: es el símbolo de Utrecht y la torre de iglesia más alta del país. Por 13,50€ se puede subir los 465 escalones para contemplar unas de las mejores vistas panorámicas de la ciudad.

Pandhof van de Dom: es el jardín del monasterio de la catedral y uno de los patios más bellos de los Países Bajos. Está escondido entre la Iglesia Dom y la Universidad de Utrecht y es un lugar idílico que ofrece vistas impresionantes de la Torre Dom. Al igual que el interior de la Catedral, el acceso a Pandhof es totalmente gratuito, y está abierto de 10:00-16:00 todos los días.

4. Túnel Ganzenmarkt

Utrecht tiene reservadas sorpresas a quien camina por sus calles y bordea sus canales. Junto al edificio del Ayuntamiento, el túnel Ganzenmarkt (o Goose Market) conduce a los muelles del famoso canal de Oudegracht. En tiempos pasados, los carros tirados por caballos atravesaban este pasillo oscuro hasta el muelle, pero en la actualidad, forma parte de la exhibición de luces de colores y arte, conocida como Trajectum Lumen. Este proyecto ilumina varios puntos de Utrecht al caer la noche, y el túnel Ganzenmarkt es uno de sus puntos más destacados.

6. Estatua de Ana Frank

Es un conmovedor monumento que rinde homenaje a la joven escritora judía víctima del Holocausto. Esta estatua se encuentra en el céntrico parque Janskerkhof y fue creada por la escultora Pépé Grégoire en 1959, es considerada la primera estatua pública dedicada a Ana Frank.

5. Pandhof Sinte Marie

Se trata de un jardín medieval encantador, situado al lado de la iglesia Mariaplaats, que antiguamente formaba parte del monasterio de Santa María. Este claustro es uno de los pocos vestigios que quedan del monasterio románico original, construido en el siglo XI. Decorado con plantas medicinales y ornamentales típicas de la época medieval, recrea un ambiente tranquilo y un poco místico, ideal para un descanso en medio de la ciudad. Es un sitio muy fotogénico y también alberga pequeños eventos y lecturas, convirtiéndose en un rincón especial para locales y visitantes.

7. Willibrordkerk

La iglesia de Sint-Willibrord es una iglesia católica de estilo neogótico, construida en 1875 por el arquitecto Alfred Tepe. Debido a que el terreno disponible para la construcción estaba rodeado por otros edificios, Tepe diseñó una iglesia que era más alta de lo normal. La iglesia fue designada monumento nacional en 1976 y, aparte de su función religiosa, es un punto de interés cultural en Utrecht, donde se organizan conciertos y eventos. Su arquitectura y el ambiente tranquilo que ofrece la convierten en un lugar muy popular también para los locales.

8. Casa Zoudenbalch

En neerlandés Hois Zoudenbalch, esta casa perteneció a una de las familias más influyentes en Utrecht, tanto económica como políticamente, durante la Edad Media. Merece la pena detenerse y contemplar su bonita fachada.

9. Recorrer el canal Stadsbuitengracht

Es más amplio que el céntrico canal de Oudergracht, pero mucho más tranquilo para pasear atravesando varios jardines y parques, como el de Parque Lepelenburg.

Culture Boat y Coffeeshop & Seed Shop: flotando en medio del canal antes de llegar a Griftpark, está el coffeshop más original y bonito de Utrecht. Se trata de un barco con un par de salas bastante vintage para pasar un rato tranquilo leyendo, trabajando o simplemente pasando el rato.

10. Torre del Agua

La Watertoren es una de las estructuras más emblemáticas de la ciudad y un notable ejemplo de la arquitectura industrial. Esta torre de 45 metros fue construida a principios del siglo XX, con un diseño inspirado en el estilo neogótico, para almacenar y distribuir agua potable a la ciudad. En la actualidad, la Torre del Agua ha sido rehabilitada y adaptada para usos culturales y de ocio.

11. Belgisch Biercafé Olivier Utrecht

Es una iglesia reconvertida en cervecería y restaurante, famoso por especializarse en cervezas belgas. Este lugar ofrece un ambiente muy acogedor, con una decoración que resalta la historia del edificio. Además de los más de 100 tipos de cervezas belgas, tiene un menú con platos típicos como mejillones, papas fritas y carbonnades flamandes (un estofado de carne), lo que convierte la visita en una experiencia gastronómica completa. Es un lugar más frecuentado por locales que por turistas, ¡a nosotros nos encantó!

12. Bunk Restaurant Utrecht

Del mismo estilo que el anterior, es otro restaurante situado en un antiguo edificio de una iglesia que, además, es un hostel de bastante alta gama. Está muy nuevo y precioso decorado, pero no tuvimos la oportunidad de probar ninguno de sus platos o bebidas.

13. Janskerkhof Bloemenmarkt

Si estáis en Utrecht un sábado por la mañana, no os podeis perder este encantador mercado de flores que se lleva a cabo en la plaza Janskerkhof, frente a la iglesia Janskerk. Es conocido por su variedad de flores y plantas, que incluyen tanto especies locales como exóticas. Lo mejor es que solo acuden locales y es una experiencia totalmente auténtica.

14. Market Vredenburg

Se trata de un mercado situado en el corazón de Utrecht, en la plaza Vredenburg junto a Hoog Catherijne, que se celebra varias veces a la semana (miércoles, viernes y sábados). Durante nuestra visita nos pareció más pequeño de lo imaginábamos y no tenía demasiados puestos; a destacar el de queso, pescado y frutas. El lugar no es especialmente bonito y, sinceramente, no creemos que merezca la pena.

15. Hoog Catharijne

Conocido como el centro comercial más grande de los Países Bajos, es un recinto bastante moderno y amplio; sin embargo, no nos ha parecido tan espectacular como habíamos leído en varios blogs y, en absoluto, es como los de Dubai. No es que esté mal, pero tampoco es una visita que consideramos imprescindible.