Lo mejor de Zagreb: un día por la capital croata

Aunque a menudo pasa desapercibida de camino a las playas de la costa dálmata, la capital croata esconde auténticas joyas. ¡Preparaos para un recorrido que os hará enamoraros de Zagreb!

Plaza Ban Jelačić: el corazón de Zagreb

La Plaza Ban Jelačić es el epicentro de la vida de Zagreb y el mejor lugar para empezar vuestro recorrido. Esta amplia plaza, presidida por la estatua del héroe nacional Josip Jelačić, está rodeada de edificios de diferentes estilos arquitectónicos, desde el neogótico hasta el modernista. Aquí es donde la gente local se encuentra, y suele haber mercados y actividades que dan vida al lugar. Además, desde esta plaza parten varias de las principales calles comerciales de Zagreb, perfectas para dar una vuelta.

La Torre Lotrščak y el Panoramic Viewpoint de Zagreb

Por solo 3 € la entrada, podéis visitar esta torre medieval que es una de las partes más antiguas de Zagreb. Construida en el siglo XIII, protegía la entrada sur de la ciudad en la antigua Muralla de Gradač. Hoy no solo conserva su historia, sino que también ofrece una de las mejores vistas del casco histórico de Zagreb y los tejados de Gornji Grad en todo su esplendor. Además, si pasáis por allí a las 12 en punto del mediodía, preparaos para presenciar de primera mano una tradición que lleva viva más de 140 años: el disparo del cañón Grič.

Otro lugar igual de recomendable es el cercano Panoramic Viewpoint, un lugar que ofrece vistas gratis y arte moderno, ¿Que por qué lo decimos? Porque justo al lado encontraréis el famoso mural de la ballena de Etien, que se ha vuelto todo un icono en Zagreb. Este precioso mural moderno contrasta maravillosamente con la arquitectura histórica de la zona, algo que nos sorprendió gratamente.

Puerta de Piedra o Kamenita Vrata: un lugar místico

La Puerta de Piedra es la única puerta que queda en pie de las antiguas murallas de la ciudad y es un lugar especial, ya que también sirve como capilla. Dentro de la puerta, encontraréis una imagen de la Virgen María que, según la leyenda, sobrevivió intacta a un incendio en el siglo XVIII. Hoy es un lugar de peregrinación donde los habitantes de Zagreb y los visitantes encienden velas y se detienen a rezar. Es un rincón de paz en pleno centro histórico que refleja la devoción de la ciudad y el misticismo de su historia.

Ciudad Alta o Gornji Grad: historia y encanto medieval

Subiendo desde la Plaza Ban Jelačić, os adentraréis en el barrio de Gornji Grad o Ciudad Alta, el casco histórico de Zagreb. Este barrio medieval está lleno de callejuelas empedradas, edificios históricos y plazas encantadoras por las que el mejor consejo es perderse y callejear sin rumbo fijio. Eso sí, hay dos puntos imperdibles: la Catedral de Zagreb con sus impresionantes torres góticas, sin duda una de las estructuras más emblemáticas de la ciudad y que se puede ver desde prácticamente cualquier punto de la capital. Su interior es también impresionante, con sus altos arcos y sus detalles ornamentales. Y por otro lado, la Iglesia de San Marcos, otra joya de la Ciudad Alta y casi igual de reconocible por su mítico tejado decorado con los escudos de Zagreb y Croacia. Es uno de los lugares más fotografiados de la ciudad y no os la podéis perder.

También paseando por Gornji Grad os encontraréis con otros puntos históricos como el Parlamento Croata y el Palacio del Ban, que le dan un toque aún más señorial y aportan a la atmósfera medieval de la zona.

Calle Tkalčićeva: la más animada de Zagreb

Tkalčićeva es una de las calles más animadas y fotogénicas de Zagreb, perfecta para pasear, comer y disfrutar del ambiente local. Aquí encontraréis una amplia variedad de restaurantes, bares y cafés donde podéis sentaros a descansar y probar la gastronomía local. La calle tiene un encanto especial con sus casitas coloridas y su ambiente animado a todas horas del día. No dudéis en hacer una parada en alguno de los bares y disfrutar de una buena cerveza croata o un café, que es una tradición casi sagrada para los locales.

Museo de las Relaciones Rotas: un museo único en el mundo

Uno de los museos más curiosos de Zagreb y probablemente del mundo es el Museo de las Relaciones Rotas. Este espacio único expone objetos donados por personas de todas partes del mundo que simbolizan relaciones amorosas que terminaron y se rompieron definitivamente. Cada objeto viene acompañado de una breve historia, a veces conmovedora, a veces divertida, pero siempre humana. Es una visita peculiar y un recordatorio de que todos compartimos experiencias comunes. Además, el museo está ubicado en una zona céntrica y de fácil acceso, por lo que encaja perfectamente en un itinerario de un día. La entrada cuesta 7€ y está abierto de 9:00 a 21:00.

Parque Zrinjevac: un respiro verde en el centro

Este parque es el lugar perfecto para una pausa en medio de la ciudad: está lleno de árboles centenarios, flores y fuentes, y es un rincón encantador donde podréis relajaros y disfrutar de un paseo tranquilo. Durante el verano, es común ver conciertos al aire libre y actividades culturales en el parque, mientras que en invierno se convierte en un escenario de cuento de hadas con su mercado navideño que tenemos pendiente visitar.

Calle Ilica: compras y vida urbana

La calle Ilica es la principal arteria comercial de Zagreb y una de las más largas de la ciudad. Aquí encontraréis tiendas de moda, boutiques, librerías y todo tipo de comercios. Es un lugar excelente para dar un paseo, hacer algunas compras y ver el ajetreo diario de Zagreb. También hay numerosos cafés y pastelerías donde podréis probar dulces tradicionales como el krafna, un delicioso bollo relleno que se parece a los donuts y es muy popular en Croacia.

Mercado Dolac: los sabores auténticos de Zagreb

Hemos dejado para el final nuestro lugar favorito en Zagreb, y es que si queréis experimentar el sabor auténtico de la gastronomía local, el Mercado Dolac es una parada obligada. Este mercado al aire libre es el más famoso de la ciudad y en él encontraréis puestos de frutas, verduras, embutidos, quesos y productos frescos de toda la región. También podréis ver a las kumice, las mujeres locales que venden productos artesanales y que son una tradición de los mercados croatas. No dudéis en probar algún producto típico como el sir i vrhnje (queso fresco con nata), que es una auténtica delicia.