Lo mejor de Lisboa
La capital portuguesa es una de las ciudades más bonitas del mundo y una de nuestras preferidas. Esta modesta urbe a orillas del Tajo no deja indiferente a nadie, y el sentimiento se agiganta a medida que se recorren sus calles. Lisboa es una ciudad colorida y llena de contrastes; una ciudad que no duerme, que no descansa, y en la que es imposible no sentirse como en casa.
PORTUGAL
Simplificándolo un poco, lo mejor de Lisboa es que no es solamente Lisboa, sino que también es Belém, Sintra, Cascáis, Estoril y mucho más. Entre todas ellas conforman un entorno único del que hablaremos más adelante; un lugar en el que la cultura y la historia conviven con la inevitable modernización de los tiempos, pero sin perder ni una pizca de esa esencia que la caracteriza y que atrae a millones de visitantes cada año. El cielo azul y el clima templado hacen que sea un destino perfecto tanto en invierno como en verano, pero siendo la primavera y el otoño ideales para visitarla.
No sería cierto si dijéramos que una visita rápida es suficiente para conocer Lisboa, pues los lugares de interés son muy numerosos y variados. Además, la ciudad invita a la tranquilidad y a dejarse perder por sus calles constantemente. Es por eso que recomendamos tomárselo con calma y alargar la estancia lo máximo posible. Más aún, es una ciudad asequible y llegar es muy sencillo, tanto por vía terrestre (coche, tren o autobús) como por aire (hay vuelos baratos desde casi cualquier rincón de Europa). Todo esto la convierte en un destino casi obligatorio para cualquier viajero, y además, los Lisboetas son amables y simpáticos y a buen seguro que la estancia será inolvidable.
Os dejamos aquí el mapa del centro de Lisboa, que iremos recorriendo a lo largo de este post.
No hay nada como empezar la visita por la Plaça do Comerço, una gigantesca plaza a orillas del río convertida en el emblema de la ciudad. Se trata de un punto de encuentro importante, en el que las actuaciones musicales tienen un encanto especial al ir acompañadas de las inmejorables vistas del Tajo.
Subiendo por la Rua Augusta se llega a la plaza del Rossio, pasando por los cientos de restaurantes y pastelerías que llenan ambos lados de la calle. Esta plaza es una de las más bonitas y coloridas de la ciudad, y es también el centro del barrio de Baixa. En la misma zona, encontraréis el elevador de Santa Justa, uno de los más visitados. Nosotros os recomendamos que subáis por unas escaleras traseras a este otro mirador gratuito desde el que las vistas son igual de bonitas y que, además, no suele estar tan concurrido.
Continuando por el centro, se encuentra la estación de tren de Rossio, y un poco más arriba, se llega a la Avenida de Liberdade, una calle kilométrica que atraviesa casi toda Lisboa. Si sois de los que van de compras y amantes de las grandes marcas, este es vuestro sitio. Si por el contrario dejáis las compras para más adelante y preferís adentraros en uno de los barrios más particulares de la ciudad, os recomendamos volver a Rossio y continuar con la visita.
Habiendo dejado el Barrio Alto y Chiado a la izquierda, en el lado opuesto os toparéis con el Castillo de San Jorge y el pintoresco barrio de Alfama. Este es posiblemente uno de los lugares más especiales de la ciudad. Tendréis la sensación de estar en una ciudad diferente, más en un pueblo de cuento o como si echarais la vista atrás 60 años. Alfama es realmente maravilloso y las vistas son impagables.


Adentrándoos en Alfama, encontraréis callejuelas imposibles, plazas armoniosas, y miradores espectaculares para inmortalizar el momento con una foto de postal, como el Miradouro da Graça (en la imagen superior derecha). Este barrio es surcado por antiguos tranvías, que le dan ese toque tan distintivo. Además, representan el mejor medio de transporte para acceder a los barrios más altos. Aunque no os preocupéis, Lisboa es perfecta para visitar caminando.
¿Y dónde comer? La verdad es que la respuesta es muy sencilla: en cualquier sitio. Hay restaurantes de todo tipo: marisquerías, italianos, restaurantes portugueses, mexicanos, hamburgueserías, heladerías, pastelerías… De todo y a muy buen precio. Chiado es uno de los barrios más interesantes y más de moda para comer o cenar. Dos recomendaciones personales: probad los pastéis de nata en alguna pastelería, os volverán locos. Y para los aficionados a los helados, la heladería Santini es muy buena. Si sois de pescado y marisco, probad alguno de los platos típicos elaborados con bacalao, ya sea el bacalhau com natas o à Brás. Los preparan increíblemente bien.
¿Y dónde alojarse? Otra pregunta, misma respuesta: en cualquier sitio. La oferta de alojamientos es muy amplia y está bastante bien de precio, tanto si sois estudiantes que buscan un hostal u hotel barato, como si buscáis algo más acomodado. Nosotros nos alojamos en un hostal cerca de la plaza de Rossio en la primera visita y la verdad que fue estupendo; limpio, en el centro y muy económico (aproximadamente 15€ la noche cada uno). Siempre podréis buscar la mejor oferta en páginas como Booking.com o Trip.com. La zona final de la Avenida da Liberdade también está muy bien para alojarse, con hoteles no demasiado caros y muy céntricos. Eso sí, Lisboa es una ciudad que se ha encarecido en los últimos años gracias a la popularidad que ha adquirido, y los alojamientos han seguido la misma línea. Pese a todo, continúa siendo algo más barato que la mayoría de ciudades españolas.
Volviendo al itinerario, os animamos a que os acerquéis caminando a Belém, un barrio que os encantará. Situado también a orillas del Tajo y muy cerca del centro, se llega cruzando el puente del 25 de Abril. De pronto, podréis pensar que estáis en San Francisco, pero no os equivoquéis, seguís en Lisboa. Si continuáis por el bonito paseo a orillas del ancho río, pasaréis por un puerto y por numerosos restaurantes, en una zona que está en plena modernización. Esta es una de nuestras zonas favoritas en Lisboa, llena de galerías de arte, museos, eventos culturales y prácticamente de todo y para todos los públicos. Para que os hagáis una idea, en nuestra última visita pudimos disfrutar de una de las primeras exposiciones oficiales del controvertido artista Banksy en el precioso museo Cordoaria Nacional. Si no os apetece caminar más, se puede ir en tranvía desde la estación Cais Do Sodre, situada cerca de la Plaça do Comerço.
El emblema de Belém es, indudablemente, su torre. Fue construida en 1516 y ha funcionado como prisión, faro y centro de recaudación de impuestos durante años. Hoy en día, es Patrimonio de la humanidad por la UNESCO y es uno de los lugares más fotografiados de la ciudad. Encontraréis un montón de puestos de comida por la zona, y si os adentráis en el barrio, disfrutaréis de un gran ambiente de terrazas y parques. Para regresar al centro, se puede coger la línea 15 del tranvía, una de las más bonitas y antiguas de la ciudad. Os aseguramos que esta visita merece la pena.
Lisboa es, en definitiva, uno de los destinos de moda en Europa, y creemos que lo seguirá siendo durante mucho tiempo. Es un destino romántico y lleno de ocio para amigos y familias, además de un lugar en el que disfrutar de unos días apacibles y normalmente muy soleados. Su gastronomía y su cautivadora historia le aportan un plus tan inesperado que os quedaréis con ganas de haber ido por más tiempo como nos ha ocurrido a nosotros en cada viaje. Lisboa nos ha seducido y nos ha robado el corazón cada vez que la hemos visitado, y estamos deseando seguir redescubriéndola muy pronto.