La ciudad de la que nadie habla en Europa

Tbilisi es la capital de Georgia, una de las más desconocidas del viejo continente y, sin embargo, se ha convertido en una de nuestras preferidas. Ciudad de contrastes, multicultural y con una curiosa e interesante arquitectura, os animamos a descubrir sus puntos clave con nosotros.

GEORGIA

La capital georgiana es una de esas ciudades a las que, la mayoría de viajeros, dedican solamente 1 o 2 días. Sin embargo, nosotros tuvimos la oportunidad de recorrerla durante 4 magníficos días, y además de facilitarnos la toma de contacto con Georgia, nos sirvió de "campo base" para afrontar la maravillosa ruta de montaña entre Mestia y Ushguli. 

Tras regresar de las montañas y hacer una breve visita a la ciudad de Kutaisi, decidimos prolongar nuestra estancia en la capital para continuar descubriendo sus alrededores y los barrios que nos habían quedado pendientes. Sin duda, os recomendamos dedicarle a Tbilisi el máximo de tiempo que podáis, para así poder degustar muchos de sus platos nacionales y experimentar de primera mano la convivencia entre las tan diversas culturas en Georgia. Para ello, a continuación os dejamos el mapa de la ciudad y os recomendamos sus lugares más imperdibles.

Avenida Shota Rustaveli y Liberty Square

Os hartaréis de leer este nombre por todo el país; Shota Rustaveli fue un príncipe y poeta georgiano del siglo XII, nacido en Rustavi, ciudad a las afueras de Tbilisi. Está considerado como uno de los poetas más influyentes de la literatura medieval georgiana y es uno de los héroes nacionales. Georgia es un país ubicado en una zona del planeta muy caliente, que ha sufrido la amenaza de varios imperios como el Otomano o la Unión Soviética. Sin embargo, este país caucásico mantiene casi intacta una idiosincrasia propia. Se dice que los poemas épicos y heroicos de Rustaveli, como el famoso El caballero en la piel de tigre, ayudaron a moldear el carácter luchador y combativo del pueblo Georgiano, características que prevalecen hoy en día.

Esta avenida comercial es la arteria principal de la capital, y hace de nexo entre los barrios altos de la zona vieja con la parte baja, hasta el río Kurá. Si camináis por ella, pasaréis por la Ópera de Tbilisi, la Galería Nacional y varias iglesias georgianas, como la preciosa Iglesia Kashveti, situada enfrente del Parlamento. Este último es el lugar de reunión más importante del país y suele ser donde ocurren la mayoría de las manifestaciones, por lo que no sería raro que os encontrarais con alguna.

La gran avenida termina en la gigantesca rotonda de la Liberty Square o Plaza de la Libertad, coronada por una estatua dorada de San Jorge. Veréis que el tráfico hace muy complicado cruzarla, pero no temáis, que como en la mayoría de países del Este de Europa, encontraréis varios pasos subterráneos.

Parque Dedaena y mercado de las pulgas

Si os gustan los mercadillos al aire libre, no podéis dejar de visitar este lugar. Para llegar al parque Dedaena se debe cruzar el río Kurá por el puente Saarbrucken, situado relativamente cerca del centro de la ciudad. En este parque, y en el parque del 9 de marzo, ubicado justo en la otra orilla, encontraréis vendedores de casi cualquier cosa que os podáis imaginar: arte callejero, reliquias y recuerdos de la Segunda Guerra Mundial y la época soviética, puestos de ropa reutilizada, comida típica, cuadros, cámaras de fotos antiguas... ¡De todo! Es el mejor sitio para comprar algún recuerdo original de Georgia o simplemente pasar un rato observando la gran cantidad de objetos antiguos, sacar fotos o charlar con los locales. El mercado se monta a diario, pero os recomendamos ir en fin de semana, cuando encontraréis muchos más vendedores y mejor ambiente. En definitiva, es uno de los lugares que, sí o sí, tenéis que visitar en Tbilisi. 

Catedral de la Santísima Trinidad

Justo delante de la fortaleza Narikala, a pocos metro del río, se encuentra la pintoresca iglesia de Metekhi, en la cual tuvimos la suerte de presenciar una boda georgiana típica. En la misma línea, pero más bastante más alejada, se divisa la imponente Catedral de la Santisíma Trinidad o Sameba, como se la conoce coloquialmente. Este impresionante templo, construido entre 1995 y 2004, es el principal emblema de la Iglesia Ortodoxa georgiana, una de las ramas del cristianismo más antiguas, la cual se remonta al siglo I después de Cristo.

La catedral mide 90 metros de alto y 70 de largo, y cuenta con una capacidad para albergar a más de 10.000 personas simultáneamente. Indudablemente, es uno de los templos religiosos más espectaculares que hemos visitado nunca, tanto por su ubicación frente a la majestuosa explanada, como por su singularidad y detalles en el interior.

Distrito de Vake y Lago Tortuga

Tomando la mítica Avenida Shota Rustaveli hacia el otro lado, llegaréis a la Plaza de la Revolución de las Rosas, una de las más transitadas y bonitas de la ciudad. Desde este punto, os recomendamos que sigáis caminando hacia el oeste de la ciudad y os vayáis adentrando poco a poco en el distrito de Vake. Os iréis encontrando con pequeños parques y plazas preciosas llenas de ambiente, como la plaza Mrgvali Baghi o el moderno parque de Gegeshidze.

Esta es la zona residencial más pudiente y moderna de la ciudad, y lo notaréis en seguida. Encontraréis muchísimos comercios de marcas importantes, cafeterías y heladerías modernas y acogedoras, y un ambiente de lo más europeo occidental. Es un sitio perfecto para descubrir "esa otra Tbilisi"  que conocimos y que no esperábamos, lejos de la imagen que podíamos tener de ciudad antigua y decadente.

Al final de estas preciosas avenidas, encontraréis el parque Vake, un gigantesco espacio verde lleno de árboles y vegetación. Es uno de los lugares más populares de la capital para salir a correr, andar en bici o disfrutar de un tranquilo paseo. Desde allí, os recomendamos que toméis el teleférico que os subirá hasta el Lago Tortuga. Además de ser muy barato, es toda una experiencia, por sus cabinas tan antiguas y tener unas vistas fenomenales de Tbilisi. El lago Tortuga es un destino muy popular entre las familias de la ciudad y un lugar perfecto para dar un paseo o tomar algo, si la meteorología está de vuestra parte.

Plaza Vilnius y funicular hasta el Parque Matsminda

Volviendo a la parte de la Vieja Tbilisi, podréis acceder a otro de los lugares más turísticos de la ciudad: el distrito de Matsminda y su conocido parque de atracciones de toda la vida. Subiendo desde la Plaza de la Libertad y callejeando por la zona, se llega a la Plaza Vilnius, otra de las más coquetas de la capital. Precisamente enfrente del parque se encuentra la histórica estación del funicular que sube al Parque Matsminda. Nosotros no llegamos a cogerlo, pues siempre había demasiada gente haciendo fila y el precio nos parecía excesivo. Además, creemos que hay muchos otros planes en Tbilisi que merecen más la pena.

Callejear y comer rico

Hoy en día, la cocina georgiana está reconocida como una de las 10 mejores del mundo, y tanto en Tbilisi como en el resto del país pudimos comprobarlo y con creces. La combinación de influencias mediterráneas, soviéticas, otomanas y un toque único, ha dado lugar a platos tan conocidos y sabrosos como el khachapuri o los khinkalis. En nuestro próximo artículo sobre la gastronomía georgiana os contaremos más sobre estas delicias.

En Tbilisi, os recomendamos lugares como Nikolozi, un restaurante tan antiguo como auténtico, regentado por una familia georgiana en el corazón de la ciudad, en la que podréis probar las mejores especialidades a muy buen precio; Café Daphna o Salobie Bia, dos opciones más modernas pero en las que comeréis platos tradicionales muy ricos; y nuestro favorito, Veliaminov, en el que disfrutaréis de la verdadera esencia Georgiana.

Nuestras ganas de conocer Georgia se basaban, principalmente, en descubrir sus espectaculares rutas de montaña, visitar el asentamiento humano habitado más alto de Europa y adentrarnos en su maravillosa gastronomía, por lo que las expectativas con la capital no eran demasiado altas. Sin embargo, este es un buen ejemplo de que viajar con la mente abierta es fundamental y dejarse sorprender por las aventuras que están por venir. Tbilisi nos sorprendió desde el primer minuto, nos acogió con los brazos abiertos y podemos decir que se ha convertido en una de nuestras ciudades favoritas de Europa. ¡Volveremos pronto!

Torre del reloj y catedrales de San Jorge y Sion 

La Torre del Reloj es, sin duda, el edificio más fotografiado de la ciudad. Se trata de una curiosa torre torcida y de aspecto peculiar, situada en la zona más antigua de Tbilisi. Es habitual tomar este reloj como lugar de inicio para recorrer esta zona de la ciudad, que es sin duda la más turística.

Si se continúa recorriendo las escasamente ordenadas callejuelas de la parte vieja de Tbilisi, se pueden encontrar templos ortodoxos importantes, como las catedrales de San Jorge y Sion. Además, esta parte de la ciudad se encuentra cerca del río Kurá, que suele descender muy bravo y marronáceo desde las montañas del Cáucaso. Atravesándolo se encuentra el moderno Puente de la Paz, lugar ideal para sacar las mejores fotos de Tbilisi. Para finalizar el recorrido, es una excelente idea pasear por la orilla del río Kurá hasta el Bazar Maidan, que está situado bajo tierra y es el más antiguo de la ciudad.

Mezquita Jumah, baños termales y cascada Leghvtakhevi

Esta es nuestra parte preferida de Tbilisi. La mezcla de historia, tradición y religiones se hace evidente ante la imponente Mezquita Jumah, situada en uno de los vértices del casco histórico. Los edificios de estilo árabe se mezclan con las casas típicas georgianas; una zona repleta de minaretes y balcones coloridos, rodeada de antiguos baños termales de azufre de los que, aún hoy en día, se puede disfrutar. Algunos creen que si no se visitan estos baños al menos una vez en la vida, nunca se puede considerar a la persona como verdadera tifliense.

Continuando por la calle Mirza Shafi, después de obtener algunas de las mejores fotos de la ciudad, pasaréis por el  famoso Puente del Amor, donde podréis colocar un candado, al igual que en muchas de las ciudades que hemos visitado últimamente. Después, recomendamos que os acercaréis a otra atracción bastante curiosa: la cascada Leghvtakhevi. Se trata de una pequeña cascada ubicada al final de una pasarela en medio de la ciudad, en un pintoresco barrio llamado Abanotubani (baños termales en Georgiano). La zona ha sido reacondicionada recientemente, y desde 2012 se permite visitarla. Veréis cómo la cascada está completamente integrada en el paisaje urbano y no deja de sorprender a los visitantes que  se acercan a ella.

Teleférico hasta la fortaleza Narikala

Muy cerca del anteriormente mencionado Puente de la Paz, símbolo de la arquitectura moderna en Tbilisi, encontraréis el acceso al teleférico que sube a la fortaleza Narikala. Este funciona de 11:00 a 22:00 todos los días, y cuesta al rededor de 1€ por trayecto.

Os recomendamos ascender para ver atardecer desde allí, que es el punto más alto de la parte vieja y emblema de la ciudad. Se trata de una fortaleza muy antigua: fue expandida por los Omeyas en el siglo VII y permaneció casi intacta hasta el terremoto sufrido en el año 1827. Aún se conserva en muy buen estado y las vistas desde arriba son espectaculares. Sin duda, es uno de nuestros lugares preferidos en Tbilisi para hacer fotos y disfrutar de los preciosos anocheceres que recordaremos siempre.