La capital mundial de la salsa
Si hay una ciudad en Colombia que nos sorprendió por su autenticidad, esa es Cali. A menudo eclipsada por Medellín o Bogotá, Cali tiene una energía única y muy particular que se siente en sus calles, su música y su gente. Con una fuerte identidad cultural marcada por la salsa, barrios llenos de historia y una gastronomía muy curiosa, Cali es un destino que merece mucho más reconocimiento. Aquí os dejamos una pequeña guía con los imprescindibles para aprovechar al máximo vuestra visita.
COLOMBIA


Cali fue nuestra puerta de entrada a Colombia y nos encontramos con una ciudad vibrante, auténtica y con mucho que ofrecer. Situada en el Valle del Cauca, se ha convertido en la capital mundial de la salsa, un estilo que está muy presente y con el que os encontraréis en cada esquina. ¿Y de dónde viene esta tradición? Os lo explicamos brevemente y os dejamos los mejores lugares de la ciudad para cuando la visitéis.
El emblema de Cali
La salsa llegó a Cali a mediados del siglo XX con la influencia de los ritmos cubanos, pero fue en los años 70 cuando se convirtió en el alma de la ciudad. Desde entonces, la salsa no solo ha sido música, sino una forma de vida que se siente en cada esquina, desde las fiestas populares hasta las academias de baile. Nos contaban que en aquella época bailar era un fenómeno social que rompía barreras y dio origen al inconfundible baile caleño que conocemos ahora, con su velocidad y unas acrobacias únicas.
Que hoy en día Cali se ha convertido en la capital mundial de la salsa es innegable. La ciudad ha visto nacer a grandes orquestas y cada año celebra eventos icónicos como la Feria de Cali, el Festival Mundial de Salsa y el famoso Salsódromo. Existen ya más de 50 escuelas de baile y se le ha dado un reconocimiento como Patrimonio Cultural; en cuanto piséis Cali os daréis cuenta de que la salsa sigue siendo el latido de la ciudad y la mejor manera de sentir su esencia.
San Antonio: el alma colonial de Cali
El barrio de San Antonio es el corazón histórico de la ciudad, con calles empedradas, casas coloniales de colores y una vibra bohemia. Es el lugar perfecto para pasear, descubrir pequeñas tiendas de artesanías y probar la comida caleña en alguno de sus restaurantes tradicionales. En lo alto de la colina se encuentra la Capilla de San Antonio, una iglesia del siglo XVIII desde donde se tienen unas vistas panorámicas espectaculares de la ciudad. Al atardecer, el parque que rodea la capilla se llena de vida con música en directo y artistas callejeros. Desde luego que recordamos el atardecer de nuestro primer día en Cali con mucho cariño y en un ambiente de lo más animado.
El Gato del Río y el parque de las Novias del Gato
Uno de los rincones más icónicos de Cali es el Gato del Río, una escultura de bronce creada por el artista colombiano Hernando Tejada. Pero lo que hace aún más especial este lugar es el Parque de Las Novias del Gato, un recorrido lleno de coloridas esculturas de gatas decoradas por otros muchos artistas locales. Es un paseo imprescindible para disfrutar del arte caleño al aire libre y un lugar de lo más curioso.








Galería Alameda: el corazón gastronómico
Si queréis probar lo mejor de la comida típica del Valle del Cauca, la Galería Alameda es el sitio ideal; os dejamos por aquí la ubicación. Este mercado rebosa de frutas exóticas (muchas de ellas no las habíamos visto en la vida), zumos naturales y platos tradicionales como el sancocho de gallina, los típicos tamales o las empanadas de pipián. Recomendamos que probéis un poco de todo, la ocasión lo merece.
Aquí también podréis probar otros dos imprescindibles de la gastronomía caleña que no prometemos que os vayan a gustar:
El aborrajado, un rico plátano maduro relleno de queso y frito, que combina lo dulce y lo salado de una forma curiosa (este sí que nos gustó). Desde luego que la comida colombiana es muy calórica y no lo puede discutir nadie.
El chontaduro, un fruto típico de la región que suele comerse con miel y sal. Es un sabor muy particular, pero tenéis que probarlo sí o sí.
Si preferís comer en un restaurante, algunos lugares recomendados son El Zaguán de San Antonio, con platos caseros bien preparados, y Platillos Voladores, que ofrece una fusión de cocina local con un toque moderno aunque sí que es algo más costoso.








La cultura de la salsa en Cali
Como os hemos explicado al inicio, Cali es sinónimo de salsa, y para sentir su ritmo no podéis dejar de visitar alguno de sus emblemáticos bares o discotecas. Lugares como Zaperoco, La Topa Tolondra o MalaMaña ofrecen noches llenas de música y baile, donde podréis mezclaros con locales y sumergiros de lleno en la esencia caleña. Si preferís algo más tranquilo, podéis ver un espectáculo de salsa en vivo en la Escuela Delirio, donde la danza y el vestuario deslumbran a cualquiera.




El mirador de Cristo Rey
Si buscáis una vista panorámica de la ciudad, el Cristo Rey es la mejor opción. Esta imponente estatua de 26 metros de altura se encuentra en la cima de una colina, desde donde se pueden ver los tejados caleños extendiéndose hasta el horizonte. Es un excelente plan para la tarde, y además hay puestos de comida donde podréis probar una lulada bien fría mientras disfrutáis del paisaje. La lulada es la bebida típica del Valle del Cauca hecha con lulo (una fruta de la zona) que os recomendamos al menos probar.


Parque Natural Farallones de Cali
A solo unos kilómetros del centro, los Farallones de Cali ofrecen una escapada perfecta para los amantes de la naturaleza. Este parque nacional tiene rutas de senderismo, cascadas y una biodiversidad impresionante. Además, en la zona de Pance, podéis daros un baño en aguas cristalinas y disfrutar del clima fresco de la montaña. Vamos, que es el plan perfecto si planeáis quedaros unos cuantos días por la zona.


Un free tour y el paseo por el Bulevar del Río
Si queréis conocer la ciudad de la mejor manera, os recomendamos hacer un free tour. Hay varias opciones disponibles que recorren los puntos más emblemáticos del centro histórico, incluyendo San Antonio, el Bulevar del Río y algunos de los sitios culturales más importantes. Os dejamos por aquí el enlace al que hicimos nosotros. Además, los guías suelen contar anécdotas y curiosidades que hacen la experiencia mucho más interesante y aprenderéis muchísimo sobre su historia y su relación con la salsa.
Y para terminar el día, nada mejor que un paseo por el Bulevar del Río, un paseo peatonal a orillas del río Cali que suele estar lleno de ambiente, con músicos callejeros, artistas y locales disfrutando de la brisa nocturna. Es un lugar perfecto para relajaros después de un día de subebajas y sentir el verdadero espíritu de la ciudad.




Un último imprescindible: el Museo de la Tertulia
Ya sabéis que no somos muy amantes de los museos, pero si queréis adentraros en el arte y la historia reciente de Colombia, una visita imprescindible que os recomendamos al 100% es el Museo La Tertulia. Ubicado a orillas del río Cali, este espacio cultural es uno de los más importantes del país, con una colección que abarca desde arte moderno y contemporáneo hasta exposiciones temporales de gran impacto. Durante nuestra visita, tuvimos la oportunidad de ver una muestra que abordaba el pasado oscuro de las guerrillas en el Valle del Cauca, un tema complejo que nos permitió empezar a comprender mejor la historia reciente de Colombia que luego seguiríamos profundizando en Bogotá o Medellín. Las piezas, fotografías y testimonios expuestos nos hicieron reflexionar sobre las cicatrices del conflicto y lo mucho que ha pasado su gente. Más allá de esta exposición, el museo cuenta también con una cinemateca donde se proyectan películas independientes y un entorno tranquilo ideal para pasear. Es un lugar perfecto para hacer una pausa en el recorrido por la ciudad y sumergirse en el arte, la memoria y la cultura de Cali.







