Itinerario de 7 días por los Dolomitas
Los Dolomitas son una joya natural que atrae a amantes de la naturaleza como nosotros. Además de sus increíbles paisajes, la zona está llena de encantadores pueblos alpinos, lo que convierte a esta área en un destino imperdible si queréis conocer las maravillas naturales de Italia. En este post os contamos nuestro itinerario.
ITALIA
Día 1: llegamos al aeropuerto Milán-Bérgamo al mediodía y recogimos el coche de alquiler (lo reservamos con la empresa DoYouItaly.com). Condujimos 3 horas hasta la entrada a los Dolomitas, pasando por la ciudad de Bolzano. Teníamos planeada una primera parada en el Lago Caresse, pero debido al mal tiempo no pudimos hacer el recorrido de 2 kilómetros que lo rodea. Hicimos noche en el pueblo Poza di Fassa (Hotel GH Piaz), que se encuentra a 20 minutos del lago Caresse.
Día 2: madrugamos para poder hacer dos excursiones en el mismo día. Por la mañana cruzamos por Passo Rolle, (situado a 40 minutos en coche desde Poza di Fassa) e hicimos una ruta circular en el Val Venegia. Aunque era finales de mayo y había bastante nieve por el camino, pudimos completar el recorrido de 11 kilómetros.




Después, nos encaminamos hacia el Passo Pordoi. Antes de subir el puerto que llega hasta allí, nos detuvimos en un sitio agradable para comer nuestro sándwich (Laghetto Lupo Bianco). Condujimos hasta el Passo Pordoi con intención de hacer otra caminata por la zona, pero fue imposible debido a la gran cantidad de nieve. Decidimos seguir en coche hasta el Lago Fedaia; un embalse con unas vistas magnificas de la montaña Marmolada, la más alta de los Dolomitas. Volvimos a dormir al mismo hotel, en el pueblo Poza di Fassa.




Día 3: otro día intenso por la zona. A la mañana subimos el puerto hasta el Passo Sella, donde hicimos una breve parada para contemplar las impresionantes vistas. En verano hay varias rutas que se pueden hacer por la zona, pero a finales de mayo había demasiada nieve. Por eso decidimos hacer la agradable ruta a través del Valle Vallunga, que son solamente 10 kilómetros casi sin desnivel. La verdad, aquel lugar superó nuestras expectativas con creces.




Día 4: este día hicimos unas de las rutas más populares de los Dolomitas; Tres Cimas de Lavaredo. Como ya hemos mencionado, es recomendable madrugar para que no esté tan transitado, sobre todo en época estival. Hay dos opciones de visitar Tres Cimas de Lavaredo: la primera (y la que hicimos nosotros) es caminando desde el Lago Antorno, un total de 15 kilómetros con bastante desnivel. La otra opción, que más cómoda, es dejando el coche en el Refugio Auronzo y hacer solo 10 kilómetros de la ruta. Para aparcar el coche hasta el refugio, había que pagar una tarifa de 30 euros.
Día 5: se avecinaba otro largo día, repleto de caminatas. Por la mañana, hicimos la mítica ruta de 13 kilómetros del Lago Sorapi. Llegar al final para poder disfrutar del color turquesa del agua y las montañas nevadas de fondo, es una sensación indescriptible. Sin duda es una ruta que no os podéis perder en los Dolomitas.
Día 6: para continuar con la costumbre de andar muchísimo, por la mañana hicimos la ruta circular de Adolf-Münkel Weg. Aparcamos el coche en Parkplatz Zanser Alm, desde donde empieza un recorrido de 10 kilómetros que pasa por el Refugio Odle y atraviesa bosques y praderas espectaculares.
Día 7: última mañana para disfrutar de aquel maravilloso entorno natural. Desde nuestro alojamiento, a 30 minutos de subida en coche, llegamos a Alpe di Siusi. Esta es una de las mejores zonas para esquiar en los Dolomitas, sobre todo en la zona de Compatsch, que cuando fuimos hacia pocas semanas que habían cerrado las estaciones, aunque seguía cubierto de nieve y no pudimos hacer ningún trekking por la zona más alta. En pleno verano, Alpe di Siusi se transforma en extensas praderas verdes, por las cuales se pueden hacer muchas rutas diferentes; una de las más conocidas es la de 9 kilómetros, pasando por la Iglesia de San Valentín.
Para llegar en coche a Alpe di Siusi, no tuvimos ningún problema y tampoco pagamos por aparcar. En internet encontramos información haciendo referencia a que se debe entrar antes de las 9am y que tiene un costo de 19€, pero al menos en mayo, no esto no fue cierto.
Día 8: el vuelo salía temprano, desde el aeropuerto Milán-Bérgamo a Vitoria.




Por la tarde seguimos por carretera hasta llegar al Passo Gardena, donde tuvimos la "suerte" de coincidir con el Giro de Italia. Aquello nos retrasó un poco el plan, pero nos dio tiempo de llegar al Passo Giau y allí hacer la versión reducida del trekking de 9 kilómetros a Cinque Torri. En verano, es posible hacer una preciosa ruta circular saliendo desde el Passo Giau. Después, condujimos aproximadamente 1 hora para llegar a nuestro siguiente alojamiento, ubicado en el pueblo Selva di Cadore (Hotel Lorenzini Ski).






Por aquel día, ya habíamos tenido suficiente de andar; así que por la tarde, dimos una tranquila vuelta por Cortina de Ampezzo. Esta es una de las ciudades principales y que más servicios ofrece de la zona, sobre todo durante la temporada de esquí. Es un buen sitio para hospedarse, pero nosotros preferimos ir a un pequeño pueblo llamado Volo di Cadore. Dolomiti house fue uno de los mejores alojamientos del viaje por los Dolomitas, tanto por el enclave maravilloso, en medio de la naturaleza, como por la amabilidad de la anfitriona.




Nos libramos de la lluvia por poco, y condujimos hasta otro de los sitios más turísticos de los Dolomitas. Por la tarde fuimos al Lago Braies, otro lago muy diferente al anterior, pero igual de fotogénico. Allí hicimos una rutilla de 5 kilómetros que rodea todo el lago. Para quedarnos a dormir, escogimos el pueblo de Valdaora (Hotel Ansitz Goller), situado a 20 minutos del Lago di Braies.
Por la tarde, visitamos el Valle de Funes, uno de los más pintorescos de los Dolomitas. Allí hay muchas opciones de recorridos diferentes. Nosotros hicimos uno que daba bastante rodeo y subía a lo alto de un monte, para tener buenas vistas del valle. Después de volver al coche, visitamos la mítica iglesia St. Giovanni (St. Johann), aunque no pudimos entrar. Aquella noche la pasamos en un hotelito (Gasthof zum Schlern) en el un pueblo llamado Fie allo Sciliar, a 40 minutos conduciendo desde el Valle de Funes.




















Finalmente, por la tarde regresamos a Bérgamo, 3 horas de coche, y nos dio tiempo a visitar lo más característico de la ciudad vieja. Terminamos el viaje comiendo una de las mejores pizzas de nuestra vida.





