Fin de semana por Burdeos
Siendo una de las ciudades más bonitas de Francia, Burdeos esconde una belleza singular en cada uno de sus barrios. Durante los últimos años, hemos tenido la oportunidad de hacer varias visitas, ya sea por motivos de ocio como laborales, lo cual nos ha ayudado a escribir este artículo acerca de los lugares imprescindibles y nuestras recomendaciones.
FRANCIA


1. Perderse por el Centre Ville
Lo mejor que se puede hacer es perderse por el casco antiguo de Burdeos, innegablemente declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El corazón de la ciudad está repleto de atracciones interesantes entre las que vamos a destacar las siguientes:
Place de la Bourse, en cuyo centro se encuentra la Fontaine des Trois Grâces, y en lado opuesto el famoso espejo de agua. Es uno de los lugares más emblemáticos de Burdeos, ideal para relajarse y sacar buenas fotos si el día lo permite.
La Catedral de San Andrés es también de visita obligada. Os recomendamos subir a la torre Pey-Berland para obtener unas vistas espectaculares de la ciudad. Si tenéis menos de 26 años, afortunadamente, no tendréis que pagar entrada. En caso contrario, la tarifa es de 9€. Os dejamos el link aquí.
La Rue Sainte-Catherine: la calle más popular y extensa de la capital girondina, con sus 1,2 km de largo, está completamente peatonalizada y llena de comercios y cafés que bien valen un paseo. Comienza en la Ópera Nacional y atraviesa varias zonas del centro hasta llegar a la Porte d’Aquitaine. La plaza en la que termina, Place de la Victoire, está repleta de bares y terrazas con un agradable ambiente estudiantil.
La Porte Cailhau: mencionamos también esta impresionante puerta gótica, pero como os podréis imaginar, todas las puertas de acceso al casco histórico son preciosas. En concreto, La Porte Cailhau es del siglo XV y es conocida por ser la más antigua de la ciudad.
Place de Quinconces: se trata de una de las plazas más espectaculares de Burdeos, no muy lejos del centro. Está coronada por el monumento a los Girondinos y, si tenéis la suerte de visitarla en el mes de octubre, os encontraréis con una animada feria en la que poder comer, beber y disfrutar de numerosas atracciones.
Opera Nacional de Burdeos: elegante edificio situado en plena intersección entre la Rue Sainte-Catherine y la preciosa avenida Cours de l'Intendance. Al lado del teatro se encuentra la Place de la Comédie rodeada de edificios señoriales y varias esculturas gigantes.
Estas son algunas de las ideas que os damos, pero hay muchísimos más lugares para visitar. Perdeos por las callejuelas y explorad todo lo que podáis, ¡ os encantará!
2. Explorar los barrios de Chartrons, Saint Pierre y Saint Michel
Estos son tres de los barrios más pintorescos de la capital girondina, cada uno de ellos con un toque distintivo:
Chartrons es el barrio de moda, a medio camino entre la Cité du Vin y el casco histórico. Es elegante y sofisticado, con un ambiente bastante tranquilo. Aquí encontraréis boutiques de diseño, tiendas de antigüedades y algunos de los mejores restaurantes de la ciudad, aunque no es una zona especialmente barata. Si coincide en domingo, merece la pena visitar el mercado más animado de la ciudad en la Place des Chartrons. ¡A nosotros nos encanta!
Saint Pierre es uno de los barrios más antiguos de Burdeos. Sus estrechas calles adoquinadas, plazas encantadoras y la gran cantidad de bares y restaurantes hacen que sea uno de nuestros favoritos. Si queréis tomar algo por la noche y escuchar música en directo, esta es una buena zona.
Saint-Michel es conocido hoy en día como el barrio bohemio de Burdeos. Encontraréis una importante comunidad artística y creativa, tiendas vintage, multitud de galerías de arte, cafeterías acogedoras y el famoso mercado de pulgas de la Place Canteloup. Si tenéis tiempo, os lo recomendamos mucho.




3. Disfrutar de una parada en el Jardín Público
El Jardin Public es un precioso parque que queda cerca del centro histórico. Además de ser un remanso de paz en la ciudad, alberga el Museo de Historia Natural, un teatro de guiñoles y un pequeño lago rodeado de frondosos árboles. Es el lugar perfecto para desconectar en días de sol y buen tiempo. Justo al otro lado de la Rue Fondaudège, os toparéis con una atracción oculta que muy pocos llegan a conocer: los restos del antiguo anfiteatro romano Palais Gallien (Palacio de Galia o Palacio Galo).
4. Dar un paseo en barco hasta La Cité du Vin
El moderno edificio de la ciudad del vino se está convirtiendo en todo un símbolo de Burdeos y no hay mejor manera de llegar que en un barco público desde cualquiera de las estaciones que encontraréis a lo largo del río Garonne. Podéis obtener los abonos y también los horarios y paradas disponibles actualizados. El paseo hasta la La Cité du Vin es precioso y podréis ir viendo desde el río todas las atracciones de la ciudad. Después de visitar el museo, es buena idea visitar el mercado Les Halles de Bacalan y el moderno barrio del mismo nombre. Podéis volver al centro caminando a través de los hangares, hoy en día reconvertidos en bares, restaurantes y tiendas de todo tipo.








5. Comer y beber todo lo que podáis
Por último, queremos destacar que en esta ciudad se come y se bebe increíblemente bien. Burdeos es una de las capitales gastronómicas de Francia y eso se nota. Os recomendamos varios establecimientos, pero prácticamente en cualquiera que elijáis la experiencia será muy positiva:
Para comida típica francesa: Breizh Café Bordeaux Chartrons y Nom d'Une Crêpe para probar los mejores crêpes de vuestra vida; La Cheminée Royale y la Brasserie Bordelaise para disfrutar de platos franceses de todo tipo y probar menús del día a buen precio.
Para comida fusión y más moderna: Fufu Ramen, uno de los mejores orientales en los que hemos estado, y L’autre Petit Bois, un restaurante en el que se come de lujo.
Si queréis dulces franceses deliciosos y un pan de lo más auténtico, os recomendamos la panadería Au Pétrin Moissagais, en el barrio de Chartrons; que aunque sea un poco cara merece la pena.
Para degustar vino, probad Aux Quatre Coins du Vin y el curioso La Guinguette Chez Alriq, donde también se puede disfrutar de música en directo en un entorno lleno de árboles y flores. En realidad podéis hacer una parada casi en cualquier lugar y acompañarlo de una picada con embutidos locales y deliciosos quesos.
Y si buscáis locales en los que tomaros unas buenas cervezas artesanales francesas o algunas de las míticas cervezas belgas, os podéis pasar por Les Berthom y La Ligne Rouge, dos lugares en pleno centro con una oferta de lo más variada y original, donde también se realizan catas para descubrir cervezas de lo más innovadoras. Otro de los más populares es el Café Brun, uno de los bares más antiguos de la ciudad. Algo más alejado, en el barrio de Bacalan, está la Brewery Darwin, una cervecería que forma parte del complejo de entretenimiento Darwin, rodeado de espacios creativos y ecológicos.









