Cómo organizar un viaje por libre a Israel y los territorios palestinos
En diciembre de 2022, visitar esta región de Oriente Próximo por libre era bastante sencillo, sin necesidad de ir en grupo o acompañado de un guía y, en general, no había problemas de seguridad.
ISRAEL Y PALESTINA
Desafortunadamente, y debido a la situación actual, los viajes a Israel están SUSPENDIDOS. De todas formas, vamos a mantener una actitud positiva y pensar que, dentro de no mucho, volverá a ser posible conocer una de las zonas más interesantes del mundo.
Requisitos para entrar en Israel
Cuando fuimos, en diciembre de 2022, no se requería de nada en particular para acceder. Como turista con pasaporte español, no hacía falta visado, ni un seguro médico. Tampoco era necesario tener un vuelo de salida o haber reservado los alojamientos, ni llevar dinero en metálico. Sinceramente (y para nuestra grata sorpresa), ha sido una de las fronteras más sencillas. De hecho, ni siquiera dejan sellado el pasaporte para evitar futuros problemas al entrar en otros países, sino que a la llegada al aeropuerto, se imprime una tarjeta que sirve de identificación durante el viaje y la piden a la salida.
Cuánto tiempo ir a Israel
Si disponéis de aproximadamente 12 días, tendréis tiempo suficiente para conocer los lugares principales y haceros una idea de cómo es esta zona del planeta tan polémica como interesante. Nosotros fuimos 9 días y no fue suficiente para conocer con tranquilidad todo lo que queríamos visitar.
En primer lugar, recomendamos organizar vuestro itinerario basándoos en el número de días que vayáis a tener e ir añadiendo lugares dependiendo de vuestras preferencias. Pero, hay una cosa que queremos dejar muy clara: ¡Jerusalén es imprescindible! Seguramente, es una de las ciudades con más historia, mezcla cultural y sitios para visitar concentrados del mundo. Merece la pena invertir al menos 3 días completos para poder captar la esencia y las vibraciones que transmite esta mágica ciudad. Jerusalén no os dejará indiferentes, ya seáis cristianos, judíos, musulmanes, budistas, agnósticos o ateos. No importa. Es imposible describir en pocas palabras lo que se siente al estar dentro de las murallas, rodeado de una devoción tan diversa que caracteriza a la ciudad. Si queréis aprender un poco más, aquí podréis leer nuestro artículo de lo más interesante de Jerusalén.
Por otro lado, Tel Aviv también nos sorprendió gratamente. Es una ciudad muy innovadora, con muy buen ambiente y un paseo marítimo precioso. Es ideal para pasar un par de días y apreciar el estilo de vida de los israelíes más modernos. Básicamente, encontraréis todo lo opuesto a Jerusalén: mucha gente joven, arte callejero, es súper LGTBI friendly y está repleta de bares y cafeterías hipsters. Escribiremos un artículo de qué hacer en Tel Aviv en uno o dos días.
Dinero e internet
Realmente, la mayoría de las cosas se pueden pagar con tarjeta, sobre todo en las ciudades principales. Sin embargo, nunca está de más disponer de algunos nuevos shequels en efectivo (la divisa oficial en Israel y los territorios palestinos), para comprar en mercados locales y pagar algunos autobuses públicos, en los que a veces no se podían comprar los billetes por Internet.
En cuanto a la tarjeta SIM local, en nuestra opinión, hoy en día es indispensable para tener una buena conexión a Internet al viajar. Una de las compañías de telefonía móvil más extendidas en Israel es Cellcom, y es la que os recomendamos.
Sanidad y seguridad
Queremos recalcar que el nivel de desarrollo en Israel no es menor que en las ciudades europeas o norteamericanas. Lo decimos para que os hagáis una idea de que es un país limpio, con buenas autopistas y agua potable en la mayoría de sitios. Además, cuenta con hospitales modernos, que ofrecen todo tipo de tratamientos, y con excelentes servicios: una banca sólida, inmobiliarias, tiendas de ropa, centros comerciales, etc.
Respecto a la seguridad, a pesar de que sea un territorio con conflictos recurrentes, en Israel hay muy poca delincuencia en general. Se podría decir que a nivel de hurtos y violencia callejera, es un país seguro. Cuando la situación esté más calmada, no dudéis en visitar Israel y los territorios palestinos, ¡no os arrepentiréis!
Cómo llegar y cómo moverse por Israel
La más habitual es aterrizar en el aeropuerto internacional de Tel Aviv, por lo que recomendamos aprovechar para visitar la segunda ciudad más grande y, sin duda, la más cosmopolita del país.
Después, la forma más sencilla de trasladarse entre Tel Aviv, Jerusalén y el aeropuerto es mediante el tren. Ni siquiera es necesario cambiar de divisa (el nuevo shequel) a vuestra llegada, ya que el transporte se puede pagar con tarjeta, al igual que la mayoría de cosas en Israel. Los trenes son nuevos y tardan poco más de una hora en llegar de Jerusalén a Tel Aviv. Salen con alta frecuencia a lo largo de todo el día, incluido en Sabath. Se pueden consultar las paradas y horarios en la página oficial de Israel Railways (en 2024, NO se puede acceder a la web por el conflicto).
Además de estas dos ciudades, hay otros lugares en Israel que también poseen un gran interés turístico. A la mayoría de ellos es posible llegar mediante el transporte público, ya sea en tren o en autobús. En general, la red de autobuses es más amplia para visitar sitios más remotos y poco conocidos. Dejamos el enlace a la principal compañía de autobuses.
Por último, la opción que más libertad proporciona al viajero es el coche de alquiler, aunque sale bastante más caro y es complicado para moverse dentro de las ciudades más grandes. Es l mejor opción en caso de querer visitar la zona norte del territorio, cerca de Nazaret, Tiberíades y el Mar de Galilea.
Qué lugares visitar en Israel, aparte de Jerusalén y Tel Aviv
Empezando por la costa del mediterráneo, recomendamos visitar el pueblo pesquero de Acre. Antes de llegar, pensábamos que iba a ser un sitio casi exclusivamente para turistas, pero no fue así, en absoluto. Resultó ser un lugar donde se mantienen las costumbres, con una población mayoritariamente musulmana, un mercado local muy auténtico y un puerto pintoresco, desde donde salen los barcos pesqueros cada día. Acre se encuentra a pocos kilómetros de Haifa, una ciudad con muchos más habitantes e indudablemente menos bonita. El mayor atractivo de Haifa son los Jardines de Bahaí, los cuales tienen unas vistas impresionantes del mar.




Desde el norte cogimos dos trenes, de Acre a Tel Aviv y de Tel Aviv a Jerusalén, y un autobús, de Jerusalén a Ein Gedi para ir hacia el sur, a orillas del Mar Muerto. Allí tuvimos la oportunidad de alojarnos en un campamento que formaba parte de un Kibutz, el Badolina Ein Gedi Glamping. Por si os interesa conocer más acerca de los Kibutz, os dejamos un buen artículo sobre este tema.
Alrededor del mar Muerto, hay diversas actividades que se pueden realizar; desde adentrarse a los verdes Wadis, hasta flotar en las extremadamente saladas aguas del mar Muerto. Próximamente encontraréis más información en nuestro artículo de qué visitar cerca del Mar Muerto de Israel.
Si se continúa descendiendo por el país, se llega a Eilat, en la costa del Mar Rojo. Esta ciudad se encuentra en una región bastante caliente del planeta, ya que está pegada a Áqaba, en Jordania, a la península del Sinaí egipcia y a la costa de Arabia Saudí. En Eilat se puede disfrutar de buenos hoteles de playa en pleno invierno y disfrutar de uno de los mejores snorkels del mundo.
Para explorar otras regiones menos turísticas de Israel y los territorios palestinos, se puede bordear el Mar de Galilea (que en realidad es un lago del norte del país), y no muy lejos de allí, se encuentra Nazaret. Esta ciudad fue en la que, supuestamente, Jesús pasó su infancia. Nosotros no tuvimos la oportunidad de visitar esta región del norte, ya que no disponíamos de tantos días y, además, era preferible alquilar coche para visitar la zona.
Por último, al igual que otros muchos viajeros, nos planteamos seriamente entrar en los territorios palestinos, aunque finalmente no lo hicimos. Como ya sabréis, Palestina se divide en dos regiones que son Gaza y Cisjordania. Esta última es la única que estaba abierta al turismo en diciembre de 2022 y se permitía recorrerla por libre. Estaba permitido pernoctar en Cisjordania, y para acceder, lo más sencillo era coger un bus que iba de Jerusalén a Belén (que están pegadas, literalmente). La frecuencia del dicho bus no era muy alta y solía variar (ahora probablemente no esté en funcionamiento). Una vez dentro, a modo de transporte, se podía utilizar coche de alquiler, autobús público o taxi. La mayoría de visitantes solo iban a pasar el día, y nada más cruzar de Jerusalén a Belén, contrataban un taxi que les llevaba a los lugares más característicos. Para acceder a Cisjordania, no se requería de ningún visado especial, ni sellaban el pasaporte, ni tampoco utilizaban una divisa diferente. Sinceramente, en diciembre de 2022 era muy sencillo visitar esta parte de Palestina.







